En 2010 se cumplen nueve años desde que Michael Schumacher celebrara la última victoria en Mónaco, además posiblemente fuera el lugar del incidente que obligó a su primera retirada de la Fórmula 1 en 2006. Este fin de semana, el 7 veces campeón del mundo regresa a Mónaco, pero insiste en que su equipo Mercedes GP, continúa actualizandose y luchando por alcanzar el mejor rendimiento.
A pesar de que no ha cruzado la línea de meta del circuito urbano desde que acabó en primera posición en 2001, Schumacher todavía puede presumir de cinco victorias en Grandes Premios en Mónaco, habiendo ganado para Benetton en 1994 y 1995 antes de repetir la hazaña para Ferrari en 1997 y 1999, siendo esa la temporada que le vio conseguir su cuarto título mundial.
En 2010, Michael vuelve a la sede del famoso evento, después de disfrutar de su mejor resultado hasta ahora en esta temporada, el cuarto lugar conseguido el domingo en Barcelona.
"Siempre me ha gustado pilotar en Mónaco y es por eso que tengo muchas ganas de competir allí este fin de semana", comentó Schumacher. "El Gran Premio de Mónaco añade algo muy especial al calendario de Fórmula 1 y pilotar por las calles de Monte-Carlo es, sin duda, una experiencia única."
Sin embargo, el alemán destaca que el Mercedes MGP W01 - modificado en España, con una distancia entre ejes más larga y una nueva y radical cubierta de motor, aún no ha alcanzado su mejor momento.
"Vamos allí con la esperanza de que las características del circuito urbano, encajen en nuestro coche mejor que el pasado fin de semana en España", continuó. "Por otra parte, debemos tener cuidado de no esperar demasiado, ya que como hemos visto en Barcelona, todavía queda mucho trabajo por delante."
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