Y el puesto de Ross Brawn está puesto en duda, sobre todo tras los resultados de la presente temporada, en la que sólo han conseguido tres podios (tres terceros puestos de Nico Rosberg en Sepang, Shanghai y Silverstone) y actualmente son cuartos en el Mundial de constructores, a 238 puntos de Red Bull. Además, por el paddock circulan serios rumores que hablan de un mal ambiente entre Brawn y Norbert Haug, director de Mercedes Motorsport.
Es por esto que, según la citada publicación transalpina, la influencia de Brawn pasaría a estar limitada a un área específica, dejando de lado la dirección del equipo en los circuitos. Son palabras que se contradicen a las que manifestó el propio dirigente británico al diario de su país Telegraph: "Definitivamente estaré aquí el año que viene, al 100%. No tengo ambición para nada más". "Para los próximos años me centraré totalmente con conseguir que este equipo esté al frente de la parrilla y entonces, casi como en Ferrari, empezaré a trabajar en un plan de sucesión para poder descansar un poco", explicaba Brawn, reconociendo que empieza a pensar en la retirada. Pero esta retirada podría avanzarse de confirmarse la noticia de Autosprint.
Brawn, que manifestaba que "la cuarta posición en el campeonato, dejando al margen 2008 porque ese año llegué a Honda y no pude hacer nada, es quizás el peor resultado desde que estoy dirigiendo a un equipo", también reconocía que aunque entre sus intenciones está la idea de quedarse, "quizás no iría a 20 carreras cada año", un dato más a añadir en el rumor sobre su posible marcha. El británico, que se proclamó campeón en 2009 con la escudería heredera de Honda, sabe que los resultados son los que mandan y que en Stuttgart no soportarían un 2011 similar al actual año, de ahí a que asegure que "si el equipo continua corriendo a un nivel mediocre seguramente no podré seguir en el equipo mucho más", aunque avisaba que "lo importane es que creo que sé dónde nos equivocamos".
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