SI NO LE CONVENCEN LOS SENSORES DE LA FIA, PODRÍA IGNORARLOS OTRA VEZ
Red Bull se empecina
De hacerlo acumularía más apelaciones
Red Bull se empecina
Es una de las cuestiones sobre las que se debate en el paddock de Sepang. La sanción de Ricciardo en Australia, que le quitó el segundo puesto, por sobrepasar de forma continuada el flujo máximo de gasolina de 100 kg/h permitido por el reglamento. No es un asunto menor, pues el equipo campeón ha apelado y espera la resolución para el 14 de abril, en una vista del Tribunal de Apelación de la FIA.
Las preguntas que se hace todo el mundo son: ¿seguirán en sus trece en Malasia?, ¿rechazarán la medición del caudalímetro oficial (de la firma británica Gill) que la FIA ha instaurado como medidor oficial?. ¿O preferirán de nuevo las cifras de llegada a los inyectores que les proporciona la centralita electrónica, también igual para todos los coches?
Según ha podido saber MARCA, en Red Bull probarán de nuevo con los sensores de flujo oficiales de la FIA, pero en caso de que persistan las "cifras confusas y anómalas" que dijeron percibir durante todo el fin de semana en Australia, regresarán a su lectura particular, desoyendo las advertencias de los comisarios oficiales.
Las razones para tal empecinamiento estriban en diversos puntos. La primera es que están convencidos de que no han infringido el reglamento. El artículo 5.1.4 de la normativa técnica de la FIA sólo reza: "El caudal máximo de gasolina no deberá superar los 100kg/h". Eso es todo. No se especifica cuál es el sensor que debe controlarlo.
Es más, desde Red Bull, Christian Horner asegura que el uso de esa pieza se instaura en una directiva técnica de Charlie Whiting "que no tiene un valor normativo. Ya quedó claro en el caso de Pirelli [la prueba secreta Mercedes], que las opiniones de Charlie no tienen carácter normativo", dice el director deportivo de Red Bull.
En el caso Mercedes, un abogado experto logró que sólo se les sancionara con la prohibición de rodar en el test de jóvenes pilotos en Silverstone, pese a haber gozado en Barcelona de un test de ruedas secreto, con los coches del año en curso (2013). Algo completamente prohibido, aunque tampoco especificado en el reglamento deportivo.
Y para ello ya han empezado a presionar adecuadamente. "Red Bull tiene un límite", comentaba esta semana el dueño de la compañía, Dietrich Matesichtz. La amenaza velada es un toque de atención de que podría retirar los cuatro coches de su propiedad para dejar la parrilla seriamente diezmada si les acosan con minucias técnicas. Los rumores dicen que en los límites del sensor oficial Red Bull no puede rendir como lo hizo en Albert Park, y que sus resultados se resentirían.
Hacerlo bien
La FIA cree que la sanción es prácticamente irrevocable. "Jo Bauer [delegado técnico] está convencido de que los comisarios actuaron de forma correcta y que la apelación no va a prosperar", dice un portavoz de la Federación Internacional a este diario. Para ellos, han infringido la ley, aunque Red Bull señala que pueden demostrar que siempre estuvieron dentro. De este caso puede depender mucho el devenir del Mundial.
http://www.marca.com/2014/03/28/motor/f ... 06873.html