Autosport escribió:Es posible que Felipe Massa esté todavía en Ferrari solo a causa del retraso en la recuperación de Kubica, pero el tiempo se les está acabando a los dos.
Los problemas de Massa y Kubica hacen más difícil la decisión de Ferrari.
No es agradable presenciar la Humillación que ahora esta sufriendo Felipe Massa. Habiendo finalizado en 15 posición en Malasia el mismo día en que su compañero ganaba y en que el hombre del que se especula podría estar a punto de quitarle el asiento terminaba en una brillante segunda posición, a Massa le colocaron frente a los periodistas, como es obligatorio por contrato, y se vio forzado a aguantar el chaparrón de preguntas acerca de su desastroso rendimiento. Como si no estuviese bastante cabreado.
Están los que se preguntan incluso como es que se ha mantenido en el asiento tanto tiempo en el intento de recuperar su nivel anterior al accidente en Hungría en 2009. Irónicamente, es muy probable que un accidente fuese la causa que impidiese a otro piloto tomar su puesto: Robert Kubica.
El accidente del polaco en un rally el año pasado y su larga recuperación le han concedido a Massa un aplazamiento, durante el que Ferrari ha estado esperando la recuperación de Kubica, sin la incomodidad de forzar el retiro de Massa.
Massa ha estado de hecho “manteniendo caliente el asiento para Kubica” pensando en que Kubica volvería.
La esperanza era que el rendimiento de Massa este año fuese al menos lo suficientemente bueno como para no tener que poner sobre la mesa el tema de su sustitución. Pero –aunque no da la sensación de que sea el caso- como si estuviese predestinado, el joven piloto de la academia Ferrari Sergio Pérez ha comenzado a tener muy buenos resultados con el Sauber. El aumento de la presión con respecto a hacer algo con el segundo asiento de Ferrari (y la muy obvia solución de buscar el relevo en casa) ha llegado muy pronto para Kubica.
Hace un par de semanas probó por primera vez desde su accidente un coche de rally y se informó de que había sido solo 0,1seg. más lento de cuando había hecho ese tramo en competición. Pero la posibilidad de verle probar un F1 (un antiguo Ferrari F1 en Fiorano) esta aun lejos, la recuperación física está lejos de estar terminada, algunos nervios se recuperan muy lentamente, otros muy rápido y la fortaleza que se necesita es significativamente mayor que en un coche de rally.
La recuperación de una lesión tan grave es algo muy difícil de predecir cuando hablamos de pilotos de carreras. Algunos vuelven como si no hubiese pasado nada, otros nunca vuelven a ser los mismos. Algunos se recuperan bien físicamente hablando pero su rendimiento nunca vuelve a alcanzar los niveles anteriores al accidente. Peter Arundell, la gran promesa del año 1964, fue simplemente una sombra del piloto que había sido cuando volvió tras un accidente un par de años antes. Stirling Moss volvió tras varios accidentes graves para ser tan grande como siempre, pero se dio cuenta de que no podía mantener la concentración necesaria cuando probó después de su accidente en Goodwood en el 62 en el que su cerebro había sufrido heridas.
Karl Wendlinger explica más o menos lo mismo cuando habla de su vuelta después del accidente en la chicane de Mónaco en el 94. Dijo que le había costado casi tres años hasta sentirse otra vez igual (Para entonces la F1 había seguido adelante sin el)
Uno piensa instintivamente en Massa cuando Wendlinger habla sobre como al principio aun era capaz de hacer una buena vuelta (Felipe se colocó en primera línea en su regreso en Bahrein 2010) pero que no pudo mantener ese rendimiento, que su concentración no le permitía mantenerse centrado.
Luego está el caso de Didier Pironi, que resultó con lesiones muy graves en su pierna y tobillo derechos en Hockenheim 1982 cuando luchaba por el título mundial. Su amigo Rene Arnoux estaba presente cuando probó un Ligier de F1. “Yo estaba escuchando mientras el pilotaba”, recuerda “Podía escuchar como no era capaz de frenar con fuerza. Estaba acabado. Cuando salió del coche ni siquiera habló de ello.” Cuando escuchas eso, inevitablemente tienes miedo de que la mano de Kubica no le permita tener la destreza necesaria.
Las lesiones de estos dos, Massa y Kubica están haciendo muy difícil la solución para Ferrari. Algunas veces el tiempo dicta su propia solución.
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