ESPECIALES 2 Lunes 10 de marzo de 2014 Alberto de la Torre Reyes
Desde el clásico paquete de tabaco a revistas eróticas. La Fórmula 1 es un deporte y un negocio, y cuando se habla de patrocinadores no hay excusas, por raro o extravagante que suene.
Tras conocer que Martini entra en el proyecto de Williams patrocinando el nombre del equipo y los colores de su carrocería, hemos querido ahondar en los anunciantes más curiosos o en las historias más extrañas que se pueden encontrar en la Fórmula 1 y es que, ante todo, este deporte es dinero.
Marlboro, el patrocinio sin letras
Probablemente, el caso más curioso de todos los patrocinadores de Fórmula 1. Las tabacaleras siempre han jugado un papel importante en el mundo de la Fórmula 1, y no de los casos más llamativos es Marlboro. La firma de tabaco fue seña de identidad de McLaren en sus años gloriosos de la pareja Senna/Prost.
Sin embargo, supo jugar bien sus cartas y también pudo colarse en la competencia. Ferrari ha llevado Marlboro desde 1997 y los éxitos de Schumacher han ayudado a identificar el rojo de sus cajetillas con el del automóvil.
En 2003, Europa prohibió el patrocinio del tabaco en las pruebas deportivas que se acogiesen en su continente, pero, el golpe duro de verdad llegó en 2007 cuando la FIA prohibió cualquier patrocinio de tabaco en la Fórmula 1.
Pese a ello, los norteamericanos siguieron pagando a Ferrari, quien llevaba un código de barras en lugar de las letras de la marca (desde 2003 en Europa y desde 2007 en todo el mundo). El mensaje era subliminal, pero era claro y directo.
Años después, se prohibió expresamente dicho anuncio pero la tabacalera sigue pagando por toda la superficie del coche para mantener el color rojo. El dinero de cada nuevo sponsor se resta a lo que debe pagar Marlboro.
Bar Honda y la publicidad doble
Aunque ahora estén prohibidas, las tabacaleras han tenido una lucha fratricida en la Fórmula 1, por ella han pasado West o la mencionada Marlboro pero, lo que uno nunca se podía imaginar, es que dos marcas distintas compartieran monoplaza.
Este fue el caso de Bar Honda en la temporada de 1999. El equipo no terminó por decidirse y acabó vendiendo el lado izquierdo del coche a Lucky Strike y el derecho a 555, unidos por una cremallera. Curioso, cuanto menos, y por ello, uno de los patrocinios más extraños de Fórmula1.
Hesketh, el coche erótico
Conscientes de una audiencia de mayoría masculina, los anunciantes de tabaco y alcohol entraron, sin dudar, a formar parte del Gran Circo. Por ello, no es raro que a los anteriores se sumasen los de preservativos, como el John Surtees de Alan Jones en 1976. Sin embargo, el más llamativo de los patrocinadores para la Fórmula Uno fue el de Hesketh, el equipo con el que James Hunt brilló en la Fórmula 3 y llevó hasta la Fórmula 1.
Precisamente en 1976, año en el que Hunt, conocido por su lema “Sexo, el desayuno de los campeones”, consiguió alzarse con la corona, Heketh contaba con un patrocinio que debía gustar mucho a su ex piloto. El equipo inglés decidió llevar a su morro la imagen de una señorita posando de forma sugerente y patrocinando, así, a Penthouse.
Lotus y ¿el dragón de Senna?
No sólo de grandes marcas vive la Fórmula 1, también las “pequeñas” empresas buscan su lugar en un rinconcito de algún monoplaza. Un buen ejemplo es el restaurante brasileño Fogo de Chao que vistió a los MTV Simtek Ford de 1994 en el Gran Premio de Interlagos. Incluso, las funerarias han llegado a tener su lugar con el equipo de Arturo Merzario en el Gran Premio de Italia de 1979.
Sin embargo, el caso más extraño de patrocinios en Fórmula 1 lo protagonizó el dragón que llevaba Senna en su Lotus con la decoración de John Player Special. Lo que muchos achacaron a una manía del astro brasileño no es tal. El dragón representaba a un producto de la empresa Micromax, concretamente a su plancha de vapor Stirella.
Williams, a la velocidad de Sonic
Terminamos con uno de los mejores coches de la Fórmula 1. El Williams FW15C que pilotó Alain Prost en 1993 y con el que se convirtió en tetracampeón del mundo no sólo volaba gracias a las manos de El Profesor.
En una de las decoraciones más bonitas que se recuerdan, la estrella de la consola de Sega tuvo mucho que ver. Sonic, el personaje más rápido del mundo de los videojuegos, era el que apretaba los pedales de la joya de Frank Williams, si no se lo creen sólo tienen que mirar la imagen. Otro de los patrocinios de F1 más raros que hemos podido presenciar.
http://es.acelera.com/noticias/los-patr ... ula-1_4313
