EL DUELO DE DOS CAMPEONES DEL MUNDO EN FERRARI
¿Y si Alonso ha pateado el árbol y Raikkonen se llevara las nueces?
"Si alguien que hubiera empezado a ver la Fórmula 1 hoy o ayer, y le hubieras dicho que el coche rojo con el casco azul está luchando por el campeonato y está ahora en segundo posición, diría, 'no puede ser cierto, es un milagro'". Fernando Alonso, Gran Premio de Corea 2012.
Tras aquella cuasi proeza, tres subcampeonatos, cargar a Ferrari a sus espaldas durante estos años, tras recibir ‘tirones de orejas’… Con un equipo reestructurado y reforzado gracias en parte al rendimiento en pista y la presión de Alonso ¿Y si fuera Kimi Raikkonen quien se llevara el título en 2014? Una pregunta que el piloto español puede legítimamente plantearse ante el nuevo escenario en la Scuderia.
Un año, y otro...
En 2012 vimos aquel casco azul haciendo milagros, 'enchufado' en la pista y en su espíritu y moral (¿dónde quedaron aquellos intensos mensajes de Twitter?). Con un coche que, según reconocía Stefano Domenicali esta semana en Autosprint, “girabas el volante a la derecha y se iba a la izquierda” en la primera sesión de pretemporada . “Ha sido la situación de todo el año”, se quejaba Alonso en el Gran Premio de India de 2012, “no es que el túnel de viento no nos diera la información correcta y hayamos perdido rumbo, es que no lo teníamos en febrero, en julio, en septiembre, así que hemos sido consistentes…”. Y ese casco azul llegó vivo hasta la última carrera...
Cuando Alonso descubrió que el F138 de Hungría 2013 era prácticamente el mismo monoplaza que el Gran Premio de España por la falta de evolución de Maranello, comprendió que el título estaba perdido. Un año más. Mientras tanto, el piloto español había sido el soldado en primera línea de combate que pedía al general en su despacho más munición para disparar al enemigo. Y explotó.
Una posición diferente
Sondeos del mercado, proyectos de año sabático… Alonso dudó o quiso `pinchar' a su equipo, y recibió a cambio un campeón del mundo como compañero, cuando antes Montezemolo no quería "dos gallos en el mismo gallinero"? Porque, no solo deportivamente, también desde el punto de vista psicológico, ambos son dos tipos duros de pelar. Ya lo están comprobando en Ferrari.
Bien para frenar el peso específico de Alonso en el equipo, por contar con una alternativa ‘top’ si el español decía adios, o con alguien capaz de ayudar al título de Constructores,… independientemente de las razones que guiaron el fichaje de Raikkonen, Alonso comienza 2014 en una posición diferente desde que llegó a Ferrari en 2010.
¿Quién hará pivotar el equipo a su favor?
La historia de Maranello confirma que cultural y deportivamente, Ferrari siempre ha fomentado la ‘crescita’ de un líder de entre sus dos pilotos. Nada de qué extrañarse, es ley de las carreras. Alonso debería llevar ventaja en este terreno. “Fernando es una persona que piensa noche y día, y que también es muy bueno en sus puntos de vista sobre cómo mejorar la organización en torno a él”. La personalidad más proactiva del español contrasta con la pasividad hacia su entorno del finlandés. Hasta qué punto Ferrari le habrá marcado una raya en el suelo al español no lo sabemos, aunque Raikkonen tendrá que implicarse con unos niveles de dedicación física y mental inéditos en su carrera. Nunca ha tenido un rival tan fuerte.
“Ambos tienen estilos de pilotaje diversos”, reconoce Domenicali. Si hubiera que priorizar una línea técnica de evolución para un F14 T todavía en su infancia, ¿hacia qué piloto se inclinaría la Scuderia? ¿Qué pasará cuando hayan de tomarse decisiones de estrategia en carrera –una llamada a boxes, por ejemplo- con un piloto y otro? ¿Y si la fiabilidad –tan crítica este año- jugara en contra de Alonso y Ferrari terminara decantándose por el finlandés? ¿Podría el equipo italiano repetir el esquema de rendimiento de estos cuatro años pasados? En definitiva, ¿qué pasará si Alonso se sintiera decepcionado una vez más con Ferrari, tras cinco años sin títulos pateando un árbol cuyas nueces fueran para otro?
Quién sonreirá al final...
Puede que todo lo anterior sea como escribir sobre el agua, y puede que Alonso firme ese tercer título que haría justicia a su peso en la historia de la Fórmula 1. Por si acaso, en McLaren vigilaban desde su trinchera al español con el telescopio de campaña. El equipo británico necesita –y Honda exige- un 'game changer'. El retorno de Ron Dennis abre toda una incógnita, cegando una posible salida de la Scuderia. Alonso ha afirmado por activa y pasiva que quiere acabar su carrera deportiva de rojo. Pero en la Fórmula 1, ya se sabe, nunca digas “nunca jamás”. Que le pregunten al propio Raikkonen.
"Viendo sus respectivas carreras, espero que Fernando, que ha sido increíblemente consistente estos años, termine por delante", explicaba en referencia al duelo de Ferrari David Coulthard en su columna de la BBC, "si no fuera así, iría en contra delo que pienso, y de lo que creo probablemente piensa la mayoría". ¿La teoría del riesgo calculado? El brasileño Emerson Fittipaldi, admirador del piloto español dejaba recientemente su pronóstico: “Creo que será Alonso quien sonría al final”. Hagan sus apuestas.
“Cada mañana me levanto con una sonrisa como piloto de Ferrari, creo que he encontrado en este equipo los valores que también tengo- determinación, profesionalismo, un equipo amistoso y feliz. Cada mañana me miro en el espejo y sonrío porque soy parte de este equipo”. Así se expresaba Fernando Alonso al término de su primera temporada en Maranello, en 2010.
¿Diría hoy lo mismo? ¿Lo dirá a final de año?
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