Jos Verstappen ha lamentado la grave crisis económica que atraviesa Sauber de cara a la temporada 2016, aunque no descarta que los problemas fortalezcan la motivación de la escudería de Hinwill hasta ser capaces de mejorar sus resultados del pasado año. Tras conocerse que cerca de 300 trabajadores no habían cobrado su sueldo correspondiente al mes de febrero, ayer trascendió que Mark Smith abandonará su puesto de director técnico con efecto inmediato antes del Gran Premio de Australia, una noticia que cierne aún más interrogantes sobre el futuro del equipo en la Fórmula 1.
Sea como sea, Monisha Kaltenborn se ha mostrado confiada en que no se producirán mayores dificultades económicas durante los próximos meses, lo cual debería asentar la competitividad de Sauber en su intento de afianzarse como una de las fuerzas más prometedoras de la parrilla actual. Verstappen, por su parte, confiesa que las sensaciones en torno al C34 son positivas y recuerda que algunas controversias anteriores como el juicio por el incumplimiento del contrato de Giedo Van der Garde desembocaron en una buena actuación de sus monoplazas sobre la pista.
"Los pilotos parecen estar bastante emocionados con el nuevo coche, especialmente en comparación con la última temporada, pero el equipo está sufriendo con los problemas financieros. Sauber también tuvo el problema con Van der Garde el año pasado y luego tuvieron su mejor carrera del año en Melbourne. Por lo tanto, ¿quién sabe?", explica el padre de Max Verstappen en declaraciones al diario De Telegraaf.
Los indicios de los test invernales sitúan a Sauber como uno de los actores principales que disputarán la batalla por los últimos puestos de la parrilla junto a Manor y Renault.
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