La guerra fría entre McLaren y Honda
El cuarto puesto de Toro Rosso con el motor japonés en Bahréin presiona al equipo de Alonso y atrae a Red Bull
Fernando Alonso, a la izquierda, y Hartley, de Toro Rosso, durante el GP de Bahréin.
Después del verano pasado, Toro Rosso decidió que sus trabajadores asistieran en Faenza a clases sobre cómo comunicarse con compañías japonesas. Estaban a punto de abordar el desafío de entenderse con Honda, después de la anunciada ruptura del motorista japonés con McLaren. La escudería italiana no quería repetir ninguno de los errores que llevó al fracaso de una de las alianzas más exitosas de la Fórmula 1, como la falta de comunicación. Aprendieron su manera de pensar, los rasgos de comportamiento de una cultura completamente diferente y comenzaron a estudiarlo antes incluso de que se anunciara el acuerdo. El trabajo, decían en el equipo durante la pretemporada de Montmeló, dio sus frutos. Al mismo tiempo, Red Bull seguía muy atentos a las evoluciones de su filial, puesto que para 2019 debe decidir si seguir con Renault o ponerle sus alas a Honda, algo que ahora parece mucho más probable.
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Las últimas declaraciones salidas de la escudería apuntan a esta opción, sobre todo después del éxito de Gasly en Bahréin, donde logró una inesperada cuarta plaza. “Ayuda a sus posibilidades de parecer atractivo para Red Bull”, aseguró este miércoles Ricciardo, piloto del equipo energético, según recoge la web especializada Motorsport, que también publicaba el apoyo de otra voz importante dentro de Red Bull, su asesor Hemult Marko: “Va en la buena dirección y vosotros periodistas deberíais saber que nosotros somos valientes”.
Mientras se decide el equipo austriaco, continúa la guerra fría entre Toro Rosso y McLaren que se inició en la pretemporada de Montmeló. “Creo que en McLaren se han equivocado con Honda”, llegó a decir Hartley tras dar sus primeras vueltas del curso con su Toro Rosso ya equipado con el motor japonés. “De nada sirve dar 96 vueltas aquí y no acabar en Australia”, respondió el asturiano, que en esos entrenamientos fue encadenando un problema tras otro mientras el equipo encajaba su nuevo motor Renault en el MCL33.
El eco de esas palabras resonó en Melbourne, durante el primer Gran Premio del Mundial. Gasly rompió el motor. Su compañero en Toro Rosso, Brendon Hartley, acabó último y doblado.
Sin embargo, los japoneses reaccionaron y para la segunda cita incluyeron un nuevo MGU-H —un sistema de recuperación de energía, que desaparecerá en 2021— y un turbo, mejorados, en sus dos coches. El resultado fue sorprendente. En clasificación, Gasly marcó el sexto mejor tiempo y el domingo, su cuarta plaza, solo detrás de Vettel, Bottas y Hamilton, le daba a Honda su mejor carrera desde su vuelta a la Fórmula 1.
McLaren, ese mismo fin de semana, montaba una reunión de urgencia tras una desastrosa clasificación, con los dos pilotos fuera de la Q3, y Fernando Alonso tiraba de talento para salvar los muebles un día más tarde con una gran remontada desde la 13ª hasta la séptima posición. En su celebración, Gasly se puso el mono corporativo y lanzó otro dardo venenoso contra el asturiano: “Ahora podemos luchar”. Es la misma frase que el de McLaren había utilizado para celebrar su quinta plaza en Australia.
La defensa de Alonso no se hizo esperar, celebrando una comparativa publicada por la cuenta de la Fórmula 1 en Twitter que describía una realidad. En 2017, el ovetense sumó 17 puntos y quedó 15º en el Mundial. Solo tras dos carreras de 2018 ya ha acumulado 16 puntos, que lo sitúan en la cuarta plaza. “Esfuerzo de equipo. Trabajo de equipo. Crédito para McLaren por este resurgimiento”, publicó Alonso. Un apoyo importantísimo tras el fiasco de su equipo, batido por su antiguo motorista en Bahréin, cuya familia real posee la mayoría de las acciones del grupo. También se refirió Alonso directamente a Toro Rosso, preguntado una vez más por los periodistas: "Estuvieron muy bien, están haciendo un gran trabajo", indicó, "ya veremos qué pasa, pregúntame después de las 21 carreras"., añadió el ovetense, que también ha apremiado a su equipo a qué incorpore las mejoras que preparan en Woking.
Red Bull, a la espera
El fuego cruzado tiene más trasfondo del que a priori pudiera parecer. Está en juego no solo el juicio final a McLaren, puesto que un hipotético fracaso esta temporada señalaría directamente al equipo, sin las excusas del motor; sino también el futuro, ya que en Red Bull estudian la posibilidad de incorporar el motor Honda si los resultados con Toro Rosso son buenos. Esto le pondría en una situación idéntica a los equipos que también son fabricantes de su unidad de potencia, como Ferrari o Mercedes. De hecho, tras el cuarto puesto de Toro Rosso, Franz Tost, jefe de la escudería, exclamó: “Espero que esté llegando una nueva era exitosa para Toro Rosso, Honda y Red Bull”, según difundió la agencia de noticias GMM.
En Renault no quieren esperar mucho más tiempo y esperan que su cliente se decida a finales de mayo o principios de junio si continúan juntos o rompen la alianza. Christian Horner, jefe de Red Bull, no tiene tanta prisa: “Tenemos asiento en primera fila para seguir el progreso durante la primera mitad de la temporada. Ese es de momento nuestro plan”.
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