Sus palabras son de esperanza. Para los aficionados a Ferrari, para los que aman la Fórmula 1, Bernie Ecclestone, al fin y al cabo, el que realmente manda, el que lleva las riendas de este caballo desbocado de la máxima competición del automovilismo mundial, no cree que la escudería italiana deje la F-1.
"En Ferrari no son estúpidos. No quieren dejar la F-1 y nosotros no queremos perderlos, así que tendremos que ponernos de acuerdo", explicó el hombre de quien, de verdad, depende todo en el deporte de los monoplazas.
Es la respuesta del magnate británico a la amenaza de Ferrari de irse si no cambia la intención de la FIA de la nueva reglamentación. Lo malo es que la escudería roja no es la única que dejaría la especialidad en caso de que el máximo organismo internacional del automovilismo continuase con sus proyectos de una F-1 de dos velocidades. La respuesta de Ecclestone es una nueva muestra más de cómo, en este nuevo tiempo de la F-1, el pequeño inglés se alinea con Ferrari en contra de lo que piensa Max Mosley, algo inimaginable en otras épocas cuando el presidente de la FIA era el gran garante de la supremacía de Michael Schumacher y su bólido rojo. Y es que Mosley llegó a decir que la F-1 era perfectamente posible sin Ferrari mientras Ecclestone respondió que no era una opción factible. Y ahora vuelve a expresar su opinión favorable a la continuidad de la escudería que fundó Enzo Ferrari.
Por otra parte, y como no podía ser de otra manera, Flavio Briatore, jefe del equipo Renault, también ha opinado sobre el asunto. Y, como se esperaba, sus palabras no son precisamente de aliento a las tesis de la FIA. Primero se alinea del lado de la escudería italiana: "Sin nombres importantes, y Ferrari es uno de ellos, la Fórmula 1 es mucho menos".
Después criticando abiertamente el proyecto de recortar los presupuestos o limitar el desarrollo de los coches, la F-1 de dos niveles, que perjudica a los equipos más grandes. "Cualquiera que disponga de 20 o 25 millones de euros no debería poder dirigir un equipo de F-1. Si permitimos que eso sea posible, la marca Fórmula 1 no valdrá nada", explica Flavio. El italiano, además explicó su visión del futuro del campeonato: "Podría imaginarme a la FOTA, no en 2010 sino a partir de 2011, aprobando con la FIA una suma mínima presupuestaria por año, pero que fuera obligatoria para todos los equipos". Y sentencia: "Pero la solución brutal ante la que estamos no tiene opciones". Los equipos quieren reunirse con la FIA antes del GP de Mónaco.
Los grandes ya sufren el doble rasero
Los ingenieros de los grandes equipos andan muy indignados. En la parrilla siempre hay espías que miran los avances de los rivales. En una competición normal, sin el escándalo de los dobles difusores, este podría haber sido el Mundial de Red Bull. Una escudería que respeta la esencia de la norma (un difusor con unas medidas y sin triquiñuelas para que sea más grande) y que ha encontrado algo, la suspensión pull-rod, que le permite estar un paso por delante. Sin embargo, un simple paseo por el asfalto de Montmeló sirve para ver que el Brawn es manifiestamente ilegal y por eso arrasa sin paliativos. No sólo por su mayor tamaño de difusor, también porque éste tiene unos agujeros superiores prohibidos hace décadas que multiplican la carga aerodinámica sobre el alerón trasero. Es difícil imitarlo.
La FIA lo declaró legal sin mucha base y así le metió un gol a los grandes y rebeldes, que sufren una especie de anticipo de doble reglamento que puede hacer campeón esta temporada a Button.
http://www.safety-car.net/article.php/e ... ula-1-2010