La Guerra de la F-1 toca a su fin. Pese a que la ceremonia de la paz no se ha escenificado todavía –y sin duda quedan flecos por cerrar–, hay signos evidentes de distensión. Y si no se anuncia todavía no es tanto por los flecos sino por 'preparar el decorado' y no restar protagonismo a lo que suceda hoy en la pista.
El signo de esta distensión fue la presencia ayer de Max Mosley en el paddock. Hizo, entre otras, una larga visita a McLaren, donde se reunió con Martin Whitmarsh y Norbert Haug (Bernie estuvo después en McLaren). McLaren y Mercedes tienen mucho que decir en todo este lío de la 'Fórmula Caos'. Mercedes ofrece sus motores tanto a uno de los equipos más poderosos, McLaren, como a dos formaciones modestas, como son Brawn y Force India. Otro signo, ver como Chris Horner, de Red Bull –uno de los primeros equipos que amenazó con la posible retirada–, se mostraba optimista, lo mismo que Mario Theissen o Flavio Briatore.
Se dice que parte del acuerdo se forjó no en el Force Blue de Flavio sino el jueves en el ostentoso barco de Vijay Mallya, donde Williams, Brawn y Briatore se reunieron con Bernie y un representante del fondo CVC Partners, que ostenta los derechos comerciales de la F-1.
Las bases del acuerdo final parecen asimismo establecidas, a falta de algún fleco. Reducción de costes en tres años hasta un límite que estaría en los 50-80 millones de euros en 2012 –porque para alcanzar el límite habrá que despedir a más de 1.500 personas– y un reglamento único y estable.
Bernie es quien propicia todo. Es quien más perdería en el tema aunque sabe que los equipos no olvidan una segunda parte: su porcentaje en los derechos comerciales de la F-1.
Y después, el dinero
La FOG –Fórmula One Group– es, según FórmulaMoney, la empresa con mayor productividad de Gran Bretaña; con 260 personas obtuvo unos ingresos del orden de 780 millones de euros, es decir, tres millones de euros por empleado, en 2007.
Según el periódico económico francés Les Echos, el pasado año FOG ingresó 258 millones de euros de derechos de TV, 102 por los hospitalitys VIP, 83,3 en concepto de publicidad y 274,4 como canon de los circuitos. En total 788,1 millones de euros, de los que sólo 261,8 (un 36%) fueron a los equipos
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