Es la mayor vergüenza para un piloto. Bandera negra. Descalificado, fuera de la carrera, a los boxes. A casa. Esa hubiera sido la sanción para Michael Schumacher después de su maniobra contra Rubens Barrichello. El brasileño venía mucho más deprisa con su Williams, pero era evidente que su antiguo jefe de filas en Ferrari no le iba a poner las cosas fáciles. Sin embargo la acción del alemán al llevar a Rubens contra el muro fue escalofriante y pudo acabar con un terrible accidente, pero la casualidad y unos pocos centímetros lo impidieron.
Finalmente la sanción para el germano ha sido de diez puestos en la parrilla de salida en el próximo GP de Bélgica que se disputará en Spa el 29 de este mismo mes. Sin embargo, sólo la falta de tiempo, quedaban sólo cinco vueltas, impidió un escarmiento ejemplar para Michael. Así lo ha confirmado el ex piloto británico Derek Warwick, que ejercía de comisario invitado por la FIA en el GP de Hungría. "En el momento en que tuvimos la evidencia de la acción en vídeo nos quedamos sin tiempo y tuvimos que tomar la decisión después, pero sacarle la bandera negra hubiera sido lo mejor, entre otras razones para que los jóvenes tomen un buen ejemplo de lo que no hay que hacer", explica. Además, y a pesar de estar entre los comisarios, Warwick cree que la sanción finalmente propuesta no es tan dura como debería: "La penalización de diez puestos es grande, pero se le podría haber descalificado para el siguiente gran premio o los dos próximos, hubiera sido más justo".
Mientras, Jackie Stewart, tricampeón del mundo se mostró aún más duro: "Hace dieciséis años y cuatro meses que no perdemos a un piloto. Éste ha sido uno de los abusos más flagrantes que he visto. Es un ejemplo terrible para un heptacampeón mundial; tácticas de matón". Uff, por poco, Michael.
Fuente: AS.com