Tenía cara de venganza, ganas de dar la vuelta a la situación, también era la viva imagen del optimismo. Cuando terminó la carrera de Spa, con un cero en su casillero por tercera vez esta temporada, Fernando Alonso intentaba conservar la calma. Ahora, días después, el asturiano analiza la situación, de nuevo, con ánimo.
"Evidentemente el de Bélgica no fue el gran premio que esperábamos y creo que la clave fue la primera vuelta porque empecé bien y podía subir al podio, pero en lugar de eso tuve que entrar pronto a boxes y todo cambió", explica.
Fernando alude al síndrome de los comienzos: "Este año las primeras vueltas no nos han sido muy propicias, ya sea por nuestros errores o por cosas que escapan a nuestro control. En cinco de las trece carreras me he encontrado en la parte de atrás por diversas circunstancias. Pero siempre digo que en una temporada la buena y la mala suerte se equilibran, así que espero que pronto tengamos una compensación".
Y explica la manera en la que espera resarcirse de la decepción de Bélgica: "La primera final ha sido muy mala para nosotros, pero aún quedan seis por disputarse. Ahora está claro que, después de Spa, tenemos que ponernos al día. Con este sistema de puntuación y la alternancia de resultados que se está dando estoy convencido de que aún tenemos importantes opciones en el campeonato". Y hace cuentas para recuperar la ilusión: "Hay 150 puntos en juego, suficiente para revertir la situación. Eso sí, no debemos olvidar que la carrera de Monza va a ser muy importante. Es nuestro circuito de casa y debemos hacer todo lo posible por recuperar puntos. Un buen resultado nos daría un buen impulso, si las cosas fueran mal nada terminaría, pero sería un golpe para nuestra moral".
Fernando no tuvo una buena estrategia en Spa, tuvo mala suerte y cometió un fallo, pero está deseando regresar a la pista en el próximo GP de Italia: "No puedo esperar más para estar allí y ver las gradas llenas de aficionados".
Fuente: AS.com
