El español Fernando Alonso es el protagonista de una entrevista en la edición de octubre de la revista GQ en la que trata temas ajenos a la competición y reconoce estar muy contento desde que es un miembro más del equipo Ferrari.
"Es verdad. No sé por qué, pero es verdad," comenta el asturiano. "Aquí ha sucedido algo que no puedo explicar. Trabajo con gente que me hace sentir bien, que formo parte de ellos y que me da calor. Son fenómenos extraños, es una cuestión de química y es bonito que suceda".
Para Fernando, la clave para el triunfo en la Fórmula Uno es "tener agallas significa asumir las responsabilidades cuando debes responder ante muchas personas que han trabajado tanto para ponerte en las mejores condiciones y es ahí cuando, entras en el coche y te dices: ahora no hay excusas que valgan, hay que hacer una vuelta perfecta".
Sobre el eterno rumor de que Valentino Rossi podría dar el salto a la Fórmula Uno, Alonso cree que será complicado que Il Doctore se ponga al volante de un Fórmula Uno. "Valentino es bueno, un gran campeón, aunque no creo que una cosa así suceda," opina el asturiano.
Preguntado sobre los privilegios de ser piloto del Gran Circo, el bicampeón del mundo revela que no tiene un avión personal, pero reconoce "tener un barco, como otros muchos compañeros," aunque asegura que todos estos lujos no le han hecho cambiar su forma de ser.
"No doy importancia a esas cosas. Sé qué significa tener privilegios y hacer renuncias. El dinero tiene su importancia, lo reconozco, pero es mejor tener presente una gama de valores más normales y sólidos," explica el oventense, que agradece el labor que su familia realizó durante años para forjar su personalidad.
"Mi familia se sacrificó para ofrecerme una posibilidad," recuerda el piloto de la Scuderia. "De ahí que cuando digo que doy mucha importancia a las tradiciones y quiero decir que doy un verdadero valor a palabras como honor, sentido del deber y respeto".
El asturiano comenta que su forma de ser es muy parecida a la de su padre. "Me quiere con toda su alma, pero nunca me ha abrazado, ni siquiera cuando me ha visto en dificultades. En eso somos iguales, ante las manifestaciones afectivas nos bloqueamos," reconoce Fernando.
Para terminar, Alonso se declara un apasionado del ciclismo. "Veía las etapas del Tour, de la Vuelta, del Giro y siempre me ha gustado la bicicleta y ahora la uso para entrenarme," señala el asturiano, que reafirma que le "gustaría formar un verdadero equipo incluso antes del final de mi carrera y pienso mucho en ello".
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