Hay quien sostiene que el accidente de Webber en Corea del Sur se debió a la presión que Alonso ejercía sobre el que era líder del Mundial. Sin embargo, en ese momento, el español aún estaba lejos. Pero por delante Vettel se escapaba. Y eso era lo que más preocupaba al australiano. El compañero de equipo, enemigo número uno en este deporte de egos que luchan hasta desfallecer, no se podía ir.
Mientras, el asturiano de Ferrari dejaba un rival por el camino. Y se encaminaba a presionar al otro. En Red Bull prefieren a Sebastian Vettel, todo el mundo lo sabe, es su piloto de siempre, el chico del talento, el niño al que Helmut Marko consoló cuando su motor expiró, mientras que su otro piloto, Mark, se encontraba solo.
Sin embargo, el jefe del equipo de la bebida energética, Christian Horner, reconoció ayer por primera vez que pueden llegar a plantearse un cambio de estrategia: "No he tenido aún tiempo de analizar todas las matemáticas y los escenarios posibles, pero es algo que veremos con detalle de aquí a la carrera de Brasil". Es decir, los privilegios del alemán puede acabar en favor de Webber (aunque hay que recordar que las órdenes de equipo en la F-1 están prohibidas).
Pese a todo, Horner mantiene viva la llama de la esperanza para el piloto alemán: "El líder del campeonato ha cambiado entre tres pilotos en tres momentos diferentes de la carrera y Fernando Alonso sumó 25 puntos, lo que es frustrante. Creo que este campeonato se va a decidir en la última carrera de Abu Dhabi. Y aún hay sólo una victoria entre Vettel y Alonso".
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