El hombre que sustituyó a Jean Todt, nada menos, al frente de la escudería del Cavallino Rampante, es optimista y, junto a toda su gente, tiene señalada la carrera del 22 de mayo en Barcelona como el inicio de la remontada en el Mundial, como el lugar en el que pondrán en las manos de Fernando Alonso un monoplaza preparado para disputar la victoria a Sebastian Vettel y su Red Bull volador.
En Maranello han estado trabajando muy duro desde el pasado GP de China y seguirán haciéndolo estas dos semanas. A Turquía llevaron un alerón evolucionado, un nuevo fondo y otras pequeñas mejoras. Menos de lo esperado. Porque la gran evolución llegará para Montmeló.
Allí tendrán un nuevo difusor, el esperado alerón delantero flexible y otras evoluciones con las que esperan enjugar la diferencia de ocho décimas con Red Bull en calificación y tratar aún mejor los neumáticos delanteros en la carrera, sobre todo los duros, que es donde tienen un mayor déficit.
No será fácil porque los otros equipos no se van a quedar parados, claro está. McLaren también anuncia mejoras importantes para la carrera en España y Red Bull sabe que tiene que seguir evolucionando el invento de Adrian Newey, ese RB7 que hasta la fecha se ha mostrado intratable. Pero en Maranello están convencidos de su potencial...
Túnel de Toyota.
Ferrari seguirá usando el túnel del viento de Toyota, porque el suyo no estará al cien por cien hasta el mes de octubre. Están convencidos de que hay tiempo para la remontada y confían ciegamente en Fernando Alonso, capaz de exprimir el potencial del monoplaza gracias a su talento. El asturiano sonreía en Estambul cuando le preguntaban por la carrera de Montmeló, el gran premio de casa. Allí estará la antigua marea azul... buen presagio.
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