Valmor Sports, la sociedad que nació para la gestión de este evento, no parece en disposición de seguir asumiendo tal responsabilidad. Sus accionistas son Fernando Roig, Jorge Martínez 'Aspar' y la entidad financiera Bankia (en el momento de su creación Bancaja) y ven difícil la viabilidad en las circunstancias actuales. En este sentido, su intención es que la propia Generalitat absorba su empresa a través del Circuito Ricardo Tormo, también de su propiedad, y con ello asuman la gestión y la deuda acumulada hasta el momento.
Los políticos buscan una salida airosa al conflicto. Afrontar las pérdidas de Valmor se antoja como una cuestión complicada en la coyuntura actual, cuando el Gobierno de la Generalitat tiene varios frentes abiertos que comprometen su prestigio y solvencia. Pero, por otra parte, deben satisfacer los compromisos adquiridos con Bernie Ecclestone, comenzando por la celebración del próximo gran premio de 2012, programado para el 24 de junio.
Así que se encaminan hacia un callejón sin salida que les puede obligar a dar un golpe de timón significativo en su estructura. Tanto Aspar como Roig estarían dispuestos a dejar paso a nuevos responsables en sus respectivas áreas, deportiva y empresarial, al entender que el escenario ha cambiado de forma evidente desde hace cuatro años, cuando se hicieron cargo de la operación. En cuanto a Bankia, inicialmente mantendría su participación en Valmor como músculo financiero de la empresa, aunque también con una perspectiva bien diferente a la inicial: su estrategia y decisiones son ahora mucho más globales que las locales que en su momento se tomaban desde el consejo de administración de Bancaja.
Dos son los nombres que han sonado para ponerse al frente de esta nueva etapa en el Valencia Street Circuit. El primero es el de Adrián Campos, el expiloto de F-1 que tomaría las riendas de Valmor para intentar reflotar la empresa y dar viabilidad al gran premio; el segundo, Álex Debón, también antiguo piloto de motos y que cuenta con el apoyo de Carlos Fabra, expresidente de la Diputación de Castellón, en su caso para hacerse cargo de la parcela deportiva y del propio circuito del puerto.
Sin embargo, en las últimas semanas las negociaciones con quienes estaban llamados a ser los nuevos responsables de la Fórmula 1 en Valencia se han enfriado por ambas partes: en la Generalitat no ven tan claro que sean los perfiles idóneos, mientras que ellos mismos albergan dudas sobre asumir un desafío con tantas incertidumbres...
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y a dia de hoy, por fin es rentable 
