Andrew Benson en la BBC escribió:El segundo titulo de campeón del mundo de Sebastian Vettel fue tan extraordinario por su control tanto como por la deslumbrante velocidad del alemán y su Red Bull.
Vettel basó su temporada en una estrategia de hacer la Pole, rapidez en las dos primeras vueltas y a partir de ahí ir solamente tan rápido como fuese necesario.
El plan funcionó a la perfección –Vettel consiguió 11 victorias y 15 poles de 19 GP- pero nos deja la duda acerca de cómo de rápido podría haber sido el Red Bull.
En Brasil, le pregunté, si ya con el titulo en el bolsillo, no había pensado nunca en forzarse a si mismo y al coche hasta el limite. Me respondió que eso era justamente lo que había hecho en Corea e India, los escenarios de sus victorias más absolutas. “Estábamos en condiciones de explorar y a veces de tomar algún riesgo mayor”, me dijo Vettel
Pese al dominio de Vettel en 2011, solo hubo unas pocas carreras en las que se veía que su coche era superior al resto. Con mayor frecuencia, las carreras parecían competidas, con Vettel cerca pero justo en el frustrante limite del alcance de sus rivales.
Vettel y su jefe Christian Horner han insistido con frecuencia en que el Red Bull de este año tenía menos ventaja sobre sus rivales que el de 2010. Entonces Vettel ganó solamente cinco carreras y 10 poles en su camino para conseguir su primer título.
Examinemos con más detalle las dos temporadas.
En 2010 la ventaja de Vettel sobre su compañero Webber en la calificación fue de solo 0,053 segundos como media a lo largo de la temporada. En 2011 fue de 0,414. De la misma manera la ventaja de Vettel sobre el piloto mas rápido que no pilotase un Red Bull fue de 0,077 segundos en 2010 y de 0,317 en 2011. Eso es una gran diferencia de porcentaje de un año a otro.
Hay razones que explican porqué Webber quedó tan atrás sobre su compañero. A diferencia de Vettel, el tuvo que pelearse con los Pirelli, lo que afectó tanto a su ritmo de calificación como en carrera.
El australiano también es más grande físicamente que Vettel, lo que en algunas ocasiones fue una desventaja en la distribución de peso del coche, con el consiguiente impacto tanto en calificación como en carrera.
El sistema DRS, que le da al piloto que va por detrás a menos de un segundo, un empujón de velocidad, también influyó.
Pero la clave estuvo en los neumáticos. Forzados a fabricar neumáticos que hiciesen las carreras más “picantes”, Pirelli llegó con unos neumáticos que se degradaban con facilidad, forzando a un gran número de paradas en boxes y como resultado haciendo las carreras más impredecibles.
También merece la pena echar un vistazo a la estrategia de Red Bull en 2011. El equipo puede que haya tenido un coche cuya superioridad aerodinámica debería haberle convertido en el más rápido con diferencia, pero adolecía de falta de velocidad punta en comparación con los McLaren y Ferrari. Además de eso, creo que Vettel pensaba que algunos de sus rivales podían ser mejores en la lucha cara a cara.
Como consecuencia la estrategia de Red Bull se basó en que Vettel consiguiese la pole, luego abriese el suficiente hueco antes de la tercera vuelta para evitar que nadie usase el DRS, que no podía usarse en las dos primeras vueltas. Después, podía medir su ritmo con los de atrás, haciendo una supervuelta o dos si lo necesitaba.
Una estrategia de ese tipo tiene sus riesgos. Si Vettel se hubiese encontrado en medio del paquete durante la carrera, podría haber tenido problemas a la hora de adelantar ya que la configuración del coche no le ofrecía velocidad punta. En otras palabras, un error en la calificación o en la salida podría echar a perder toda la carrera.
Los Red Bull fueron “pillados” un par de veces, especialmente cuando el Ferrari de Fernando Alonso salió como un cohete hacia la primera curva en España e Italia.
En ambos casos, Vettel se las arregló para adelantar. En España lo hizo a base de su estrategia en las paradas, aunque le llevó dos intentos, mientras que en Monza lo consiguió con una gran maniobra de adelantamiento por el exterior en la Curva Grande.
De haber sido un McLaren quien adelantase a Vettel –un coche más rápido que el Ferrari en el vuelta a vuelta y en las rectas- podría haberse quedado por detrás toda la carrera.
El jefe del equipo Horner se mantuvo inflexible defendiendo que la estrategia que Red Bull usó fue la correcta. “Como equipo tienes que afrontar los hechos”, dijo. “Si eres conservador, puede que a veces tengas que pagar un precio. Así que Vettel podía verse en la necesidad de hacer un gran adelantamiento, si, era una apuesta. Pero era un riesgo calculado.”
¿De verdad fue tan dominante el Red Bull?
Tuvo con toda claridad una ventaja en prestaciones en al menos nueve de las carreras, de las que Vettel ganó ocho –Australia, Turquía, Valencia, Bélgica, Italia, Singapur, Corea e India. La otra fue Brasil, donde tuvo problemas.
Esto nos deja cinco carreras en las que no es posible afirmar que Vettel fuese el coche mas rápido, aunque en la practica lo fue en muchas de ellas. Están Malasia y Mónaco, en las que ganó, y China, Canadá y Abu Dhabi, en las que no ganó. Y luego quedan otras cinco en las que definitivamente no era el más rápido, de las que solo gano en España.
La primera conclusión evidente es que la ventaja en ritmo del Red Bull se veía disminuida por los neumáticos. En muchas ocasiones, Vettel podría haber ido mas rápido pero eligió no hacerlo preocupado por un sobreesfuerzo del neumático.
Al mismo tiempo, desde dentro de Red Bull insisten en afirmar que Vettel no tenía siempre el coche más rápido. Hubo fines de semana, dicen, en los que no creían que el coche fuese lo suficientemente rápido para conseguir la pole. De la misma forma había veces en las que Vettel tenía que pilotar al límite para evitar el DRS y mantenerse en cabeza.
Los Pirelli pedían algo nuevo al piloto –una sensibilidad exquisita para sentir los límites de los neumáticos, la inteligencia para pilotar midiendo exactamente el ritmo que los neumáticos y el coche podían llevar y la consistencia de hacerlo en cada carrera.
¿Cuantos pilotos podrían hacer eso?
Jenson Button hizo una gran temporada, terminando segundo tras Vettel en la clasificación. El campeón de 2009 trata con delicadeza los neumáticos, y en su mejor forma, es tan bueno como cualquiera. En todo caso, su estado de forma tiende a fluctuar dependiendo de circunstancias externas, además no es el mejor calificador.
En lo que respecta a Hamilton, su velocidad y tacto son iguales a los de Vettel, pero el campeón del 2008 luchó en 2011, cometiendo demasiados errores y puede que no haya comprendido las demandas de la nueva F1.
Luego está Alonso. El doble campeón del mundo combina velocidad, consistencia, adaptabilidad y fuerza mental. Sin embargo, el Ferrari no fue ni de lejos lo suficientemente rápido este año y fue raro que el español superase las dificultades de su coche en la calificación, aunque casi siempre lo hizo en la carrera.
Esta es la razón por la que, en 2011, Vettel fue generalmente el mejor, incluso en los momentos en que su coche no lo fue.
http://www.bbc.co.uk/blogs/andrewbenson ... world.html
