Sobre tu primer párrafo: ¿Estás insinuando que a Alonso y Massa no se les trata en las mismas condiciones? Es bastante evidente que sí. La prueba de que se les trata por igual es que por ejemplo en los libres cada uno realiza un plan de trabajo y luego se comparten y comparan los datos. Si no quisieran tratar a Alonso y Massa por igual, muy probablemente no se compartirían planes de trabajo y reglajes, cosa que creo sí se hace. Otra cosa es la condición de número 1 "espiritual". Ahí no hay duda, el líder espiritual es Alonso, y todo gracias a los méritos que ha hecho dentro del equipo: lo rápido que se ha adaptado a la filosofía de Ferrari, a su estructura, mecánicos, a su sentimiento... Y luego por supuesto gracias a sus resultados en pista. Pero aún así, no creo que el coche de Massa no lleve las mismas piezas que lleva el de Alonso.
Debes de no leerme o no entenderme, porque yo siempre he dicho que con un compañero tan o más competitivo que tú se resaltan aún más tus cualidades. Ojalá mañana mismo Ferrari firmara a Vettel o a Hamilton o a cualquiera de los pilotos tops. Con un poco de orden, de disciplina dentro del equipo y un coche competitivo, Ferrari se podría hartar a ganar campeonatos. Aunque no sea el campeonato más importante, el de constructores es el más importante para el equipo y el que más prestigio da. ¿De qué sirve que Fernando gane el Mundial si Ferrari queda 3º ó 4º del Mundial de constructores? Eso demuestra que Fernando es el mejor, pero que el compañero de Alonso no ha estado a la altura, porque normalmente el piloto que gana el Mundial consigue el de constructores. Y con Massa actualmente eso no es posible. Y ejemplo muy claro es este: ¿De qué sirve que Cristiano Ronaldo meta 60 goles si su equipo no gana la Liga? CR sería un gran jugador, pero su equipo no estuvo a la altura para aprovechar todos esos goles.
Es cierto, no soy experto en lenguaje no verbal, pero si no viste la entrevista de Nira Juanco con Massa te recomiendo que la veas y te fijes en la expresión corporal de Massa a cada pregunta que le hacía. El brasileño mantiene la entereza, pero se aprecia con claridad que conoce su futuro y ese futuro no está ligado a Ferrari. Pero el único responsable es él. En 2010 se le podía dar el beneficio de la duda porque venía de un accidente durísimo. El coche ese año era competitivo y Massa se subió al podio varias veces. Firmó un año mejor de lo que se esperaba dada su situación. En 2011 dio un bajón grandísimo. El coche era una basura, cierto, pero Fernando hizo 9 ó 10 podios con ese coche, ¿por qué Felipe no? Y lo que es de traca ya es este año. Con un coche competitivo desde Barcelona, Felipe no ha sabido sacarle un alto rendimiento. El brasileño más que ninguno necesita un cambio de aires. Necesita un equipo que no le exija tanto.
Puestos a comparar:
Año 2010:
Fernando Alonso: 256 puntos, 5 victorias, 10 podios, mejor resultado (1º).
Felipe Massa: 144 puntos, 0 victorias, 5 podios, mejor resultado (2º).
Año 2011:
Fernando Alonso: 257 puntos, 1 victoria, 10 podios, mejor resultado (1º).
Felipe Massa: 118 puntos, 0 victorias, 0 podios, mejor resultado (5º).
Año 2012:
Fernando Alonso: 164 puntos, 3 victorias, 6 podios, mejor resultado (1º).
Felipe Massa: 25 puntos, 0 victorias, 0 podios, mejor resultado (4º).
Las estadísticas son demoledoras, sobre todo a partir de 2011.
En 2005 no contamos con un coche competitivo, en 2006 llegó Massa y fue un año de aprendizaje para él, y en la etapa 2007-2009 Massa y Raikkonen fueron tratados con igualdad. A partir de 2010 Alonso ha superado regularmente a Massa. Así que te has pasado de listo, porque yo siempre he defendido la igualdad entre los dos pilotos hasta que haya que decantarse por el que más opciones tenga al final de la temporada. Lo ocurrido antes de 2005... se dice que Schumacher era el primer piloto y Barrichello el segundo. La verdad no sé si esto era así desde el principio de la temporada, pero por lo que he podido ver, tampoco Schumacher le daba opción alguna a Barrichello; era mucho mejor que el brasileño. De todas formas los tiempos cambian. 
