Crónicas de Ayer y de Hoy

[carmelancias]

UN DIA EN LAS CARRERAS
No se por qué ahora me ha venido a mi a la cabeza el título de esta desternillante comedia de los Geniales Hermanos Marx.
Bueno, si se por qué, pero al contrario que con la película, si afloran las lágrimas en mis ojos, viendo el espectáculo que, día si dia también nos regalan los diferentes estamentos que componen actualmente la parte mollar de nuestro querido ¿deporte?, no es por la risa que me producen (que también) si no por la pena y la tristeza que me embargan.
UN DIA EN LAS CARRERAS era y es un ejercicio de improvisación, desfachatez, genialidad y frescura en el que reinaba el más absoluto de los caos.
Quitad la genialidad y la frescura, añadid caciquismo y desvergüenza, mantengamos el caos y tendremos nuestro título:
UNA FIA EN LAS CARRERAS
Ya se que alguno me puede contestar diciendo que hoy por hoy, la F1 disfruta de una salud envidiable y que a nivel de espectáculo como de emoción hacía mucho tiempo que no se rallaba a tan alto nivel.
No voy a decir que eso sea mentira pues faltaría a la verdad pero...¿A cambio de qué hemos llegado a esto? ¿No nos hemos dejado otras muchas cosas para llegar hasta este punto?
¿Qué queréis que os diga?.
Todos o casi todos (yo entre ellos) clamábamos hace no mucho tiempo por una mayor igualdad entre los coches pues había llegado un momento en el que siempre ganaba el mismo (o los mismos) y la competición se había desvirtuado. El poderío económico y por ende tecnológico entre escuderías se había hecho tan evidente que parecía como si en una misma prueba compitieran dos divisiones diferentes: El mejor y los demás.
Los mandamases del cotarro tomaron cartas en el asunto y legislaron pariendo una serie de normas, reglas y artículos a cada cuál más complicado e interpretable que, lejos de allanar diferencias, lo único que hizo fué liar más el asunto y dejar las cosas como estaban pero peor pues lo que un día valía para uno, al siguiente no era aplicable o era directamente sancionable.
El caso, pues no quiero extenderme demasiado, es que a partir de un cierto momento, La FIA concluyó en que ella debía de ser la garante de que el espectáculo de la F1 debía de ser ante todo eso: Un espectáculo
¿Que siempre ganan los mismos? Permitamos a estos "Novatos" sus difusores aunque no se ajusten a la norma (Total: Es nuestra norma...)
¿Que ahora le toca a otro? Pues bueno, pues vale. Hagamos la vista gorda con sistemas y gadchets de...difusa legalidad. Todo sea en pos de la alternancia.
Pero claro, como todo en esta vida y sobre todo si se pone poca materia gris en el empeño, las cosas generalmente no salen tal y como uno quiere. Siempre hay algo que se tuerce y aparece en escena alguien que es realmente inteligente y encuentra día si, día también la forma de saltarse las normas a la torera y de forma legal.
Ante semejante contingencia...¿qué tenemos?. Pues lo mismo que antes (y lo mismo que siempre): Que los grandes, los poderosos y los que mayor presupuesto ponen en juego son los que se llevan el gato al agua.
A partir de aquí solo cabía para estos lumbreras el centrar su atención en la conocida frase "Show must go on". ¿Qué es lo que quiere el populacho? ¿Pan? ¿Circo?. Pues démosle pan y circo.
KERSES, DERESES y todo lo que se nos ocurra para que, aunque no vaya a cambiar para nada la dinámica de que el más grande suele ganar casi siempre, por lo menos en determinadas fases de carrera, parezca como si no fuera así.
El total sinsentido de la normativa de los neumáticos y sus ridículas especificaciones sólo tiene un objetivo: Hacernos creer que la F1 es emocionante. Pero yo no lo veo así.
Para mí no es emocionante ver cómo los coches cada vez van a ser más lentos
Para mí, no es emocionante saber que los pilotos ya no conducen sus monturas lo más rápido que pueden sino que lo hacen teniendo que "gestionar" sus neumáticos con el consiguiente deterioro de ritmo.
Soy el priemro al que le gusta, cuando ve un partido de Futbol, que haya goles, pero si no los hay me conformo con ver un buen juego por parte de los futbolistas. Para nada aceptaría que la FIFA cambiase las medidas del campo o el número de jugadores o el tamaño de la pelota o la portería.
El fin no justifica los medios.

[Rodo115]

¡Cuanta razón tenés compañero!
Como decimos algunos por estos lares: ¡Dale que va!

[CED]

Concuerdo mucho con tu opinión, Carmelancias.
Se supone una emoción deportiva, que no es tal. Hay algo de lotería en los resultados y ello nada tiene que ver las expectativas que los aficionados conocedores de otras épocas de la F1 quisiéramos, al menos muchos de aquellos seguidores.
Hoy es un espectáculo mucho más que un deporte. Han gestionado emoción falsa por sobre la verdadera, pues la neumáticos no pueden ser quienes primen en una carrera por sobre la acción de motores, aerodinámica, frenos, amortiguación, etc....que incidan, si, que sea la principal de las condicionantes, cuando te obligan a paradas falsas para añadir emoción ........¡¡NO!!
Saludos.

[GTO]

Para mí no es emocionante ver cómo los coches cada vez van a ser más lentos

pues agarrate que vienen curvas compay, con los v6 se esperan 5 seg mas lentos por vuelta....

eso si, gastaran unos litros menos y contaminan menos...

[CED]

Para mí no es emocionante ver cómo los coches cada vez van a ser más lentos

pues agarrate que vienen curvas compay, con los v6 se esperan 5 seg mas lentos por vuelta....

eso si, gastaran unos litros menos y contaminan menos...

Es el problema de cuando un deporte espectacular pasa a ser espectáculo con un poquito de deporte.

[GTO]

sabias palabras compay...

[carmelancias]

P´HABERSE MATAO

..El fin no justifica los medios.
Con esta frase popular acababa mi última crónica en la que, curiosamente, hacía referencia al no por manido, menos importante tema de los neumáticos que nos ha tocado soportar a los aficionados a la F1.
Decía que el fin no justifica los medios porque no es de recibo que, para asegurar una falsa emoción en los GP's, tubieramos que ver cómo en una competición que se supone que es el "rien ne va plus" de la tecnología y la eficiencia aplicada a las carreras de automóviles, todos o casi todos los cálculos y previsiones de la carrera, pasen por intentar adivinar en qué puñetera vuelta los neumáticos van a decir "basta".
Vale que un juego de neumáticos no tengan que durar todo un GP. Vale que, una vez descartados los repostajes por el riesgo intrinseco que conllevan, haya que propiciar las paradas en boxes a fin de incluir en la carrera una parte de estrategia. Pero...¿esto?.
Ya se ha hablado bastante del tema y no voy a redundar en ello. Los que me leeis (si alguno queda) sabeis de sobra cuál es mi postura al respecto. Es un mal que ya se había aceptado. Pero...¿esto?
Por que...Una cosa es que las gomas (por sugerencia-orden de la FIA) hayan sido concevidas para durar poco y menos y que los equipos tengan que hacer encaje de bolillos para conseguir adaptar un coche que cuesta un porrón de millones a unos neumáticos de mierda pudiendo llevar las miles de horas de trabajo de un montón de ingenieros al más absoluto de los fracasos y otra muy distinta es exponer a los pilotos a un grave accidente debido a los reventones de los que hemos sido testigos hoy.
Pero...¿De qué vamos?.
No son pocos los que, llevados por un claro sentido común, declaran que la culpa no es de "Pifielli", que los responsables son los mandamases de la FIA que al fin y a la postre han sido los instigadores de esta absurda política que, de no ser corregida desde la raiz, podría llevarnos a ser testigos de alguna desgracia personal como hoy a estado a punto de sucederle a Alonso.
¿La culpa de de la FIA?. Si
Pero no nos engañemos. El fabricante tiene su buena parcela de culpabilidad.
Ni que decir tiene que el espectáculo de los reventones de hoy es una cagada exclusiva del fabricante.
Al fin y al cabo...¿Qué es lo que un fabricante de neumáticos busca suministrando sus productos a la F1?. ¿Agotar los excedentes de caucho?.
No. Lo que se supone que busca "Pifielli" es prestigio pero...¿Qué carajo de prestigio vas a conseguir con semejante bazofia de producto por mucho que se te haya encargado algo así?-
No. Un fabricante que se precie habría mandado a tomar por culo a alguien que le propusiera fabricar un producto más que mediocre y sobre todo si ese producto va a estar en el punto de mira de todo el mundo automovilístico.
No. El fin no justifica los medios.
Los que somos alonsistas estamos contentos con cómo han salido las cosas hoy pero...No
No está bien lo que bien acaba.

[Rodo115]

Sabés que comparto tu pensamiento, y estas frases lo resumen todo:

¿La culpa de de la FIA?. Si
Pero no nos engañemos. El fabricante tiene su buena parcela de culpabilidad.

Como siempre, un placer leerte.
Saludos, Rodo

[carmelancias]

Eres un amigo. Rodo
Un saludo

[DanielB]

Buena crónica Carmelo.

¡Qué bueno que no hay preservativos Pirelli! ¿no?

[carmelancias]

Buena crónica Carmelo.
¡Qué bueno que no hay preservativos Pirelli! ¿no?

Sería mejor que hubiera neumáticos Durex

[CED]

Carmelo, totalmente de acuerdo.
Pirelli no debió haber fabricado esos neumáticos, jamás.....debió pensar en que el prestigio de la marca no puede jamás exponer la seguridad de los pilotos, aunque la FÍA se lo pida.

[CED]

Buena crónica Carmelo.
¡Qué bueno que no hay preservativos Pirelli! ¿no?

Sería mejor que hubiera neumáticos Durex

Ya...me imagino que algún usuario/a pida "deme esos que se degradan y si tiene de aquellos que explotan, mejor aún"
Todo sea por la emoción.

[jdvp]

Muy bueno Carmelo, si..., todavía quedamos algunos que te leen

[carmelancias]

Sir Archivald Blackfield, Fué un insigne viajero y explorador perteneciente a la aristocracia inglesa que, allá por los albores del siglo pasado, se caracterizó por su afán aventurero.
En uno de sus inumerables viajes hacia el Norte, Sir Archivald llegó a contactar con una de esas tribus que, dado lo inóspito del territorio en que habitaban, no habían tenido apenas contacto con personas de otras culturas.
Pero nuestro viajero era un hombre acostumbrado al trato con gentes de culturas y costumbres muy diferentes y no tardó en hacer buenas migas con el Jefe de la tribu. Este era un buén tipo pero, como se acostumbraba por aquellas latitudes, caprichoso, impaciente y con un ligero tinte dictatorial.
Una de las veladas en las que ambos compartieron viandas, vino y enriquecedores conocimientos, nuestro Sir trató de explicar al Jefe cómo en los últimos tiempos, se había puesto de moda en Inglaterra una curiosa manera de pasar el tiempo entretenido.
-"Futbol Jefe. Lo llamamos Futbol"
Y como quiera que nuestro Sir no era capaz de hacerle entender con claridad al Jefe el alcance y pormenores de tan extraña manera de pasar el rato, Sir Archival le propuso enseñarle el juego a un grupo de hombres del poblado y se comprometió a no emprender el camino de regreso hasta que lo hubieran aprendido.
Pasaron los meses de invierno y primavera y, con la llegada del verano, llegó el momento de poner en práctica todo lo aprendido sobre un terreno de juego apropiado: Un campo yermo que dejaba aparecer por alguna esquina ligeras briznas de hierba.
A todos los habitantes del poblado les encantó el juego y aprendieron rápido las reglas y la técnica, así que, una vez conseguido esto, Sir Archivald se despidió no sin antes prometer volver pasado un tiempo con un grupo de compatriotas para jugar un partido de futbol.
Los habitqantes del poblado sigueron jugando este nuevo juego hasta que al Jefe, que no se caracterizaba como he dicho por su paciencia, empezó a aburrirle la escasez de goles ya que entendía que eran los goles lo único o casi lo único que importaba en el juego. De modo que como era el Jefe, impuso su criterio y ordenó un cambio en las reglas del Futbol y decretó que el balón cambiara las medidas y se hiciera más pequeño para que así fuera más dificil de atrapar por los porteros.
Y así se hizo.
Inmediatamente empezaron a marcarse más goles y por lo tanto, el futbol se volvió "mas divertido".
Con el paso de los dias, el extremo clima del Ártico tapó con nieve y con hielo el campo dedicado a la práctica del futbol y se hizo impracticable pues todos los jugadores resbalaban constantemente y apenas podían mantenerse en pié. Y aunque esto a priori era un espectáculo divertido, pronto el Jefe se cansó y convino en que había que cambiar algo para que este juego no se volviera aburrido pues aún con la pelota mucho más pequeña, nadie era capaz de acertar a darle una patada de tanto resbalón como había.
"Puesto que con el campo cubierto de hielo no se puede correr -pensó el Jefe- Cambiemos el calzado de los jugadores por los patinas con cuchillas que empleamos para atravesar los helados páramos en invierno.
Y así se hizo.
De modo que ya teníamos a nuestros simpáticos lugareños jugando al Futbol calzados con patines de cuchilla sobre un campo helado y con una pequeña pelota.
La cosa parecía que volvía a funcionar: La destreza innata de los jugadores sobre su veloz calzado hacía del Futbol de nuevo un juego entretenido.
Pero no demasiado pues esa pelota redonda y pequeña, era muy dificil de controlar con los patines.
De modo que nuestro sesudo Jefe ideó una nueva variante para tratar de mantener el grado de diversión entre sus gentes.
"En vez de ir dándole patadas a la pelota, la golpearemos con unos palos y así podremos mantener mejor el equilibrio y marcar más goles, que es de lo que se trata"
Y así se hizo.
Ahora los jugadores disputaban sus partidos de futbol subidos en sus patines de cuchillas y patinando, que no corriendo, sobre un campo cubierto de hielo al tiempo que trataban de hacer gol golpeando con unos palos una pequeña pelota.
Poco, muy poco tardaron en darse cuenta de que, con los cambios realizados, la cosa se les había ido de las manos pues no había jugada en la que de forma alterna, los equipos marcaran un gol.
"Claro -se dijo el Jefe- con una portería tan grande y una pelota tan pequeña es demasiado facil hacer gol y los equipos siempre empatan"
De nuevo el Jefe ordenó un cambio en la reglamentación y dispuso que el tamaño de la portería debía de reducirse drásticamente.
Y así se hizo.
Fueron probando y probando distintos tamaños hasta que dieron con la medida justa.
Aún así, había algo que no terminaba de agradar al Jefe de este nuevo deporte llamado Futbol.
Y esque ahora, con los jugadores calzados con patines de cuchillas, patinando sobre un campo cubierto de hielo y tratando de introducir una pequeña pelota a base de bastonazos en una portería que había menguado hasta el extremo de que el portero debía de permanecer en cucllillas, la pelota botaba demasiado y siempre salía despedida por encima de portero y portería.
"Algo hay que hacer -se dijo de nuevo el Jefe- para que el futbol sea más entretenido pues sin goles, no hay diversión"-
Se le ocurrió entonces que cambiando la forma y tamaño de la pelota, convirtiendola en un pequeño disco macizo y plano, este sería mucho más dificil de poder ser elevado por encima de portero y portería.
Y así se hizo....
Con el paso de los meses e incluso años,Sir Archivald volvió al poblado ártico y, como prometió, lo hizo con un grupo de expedicionarios dispuestos a jugar el partido de fútbol prometido años atrás.
Dejo a vuestra imaginación las caras de estupefacción de los ingleses cuando, calzón, camisola y botas puestas, vieron aparecer al equipo local, por no hablar del campo de juego.
Tengo la esperanza de que alguno de mis contados lectores sabrá extraer de esta historia mi opinión acerca de los caprichos en cuanto al cambio desenfrenado de normativas que hacen de una actividad, juego, deporte o lo que sea, algo distinto. Algo que, de no ponerle cota, terminará perdiendo la esencia de lo que en un principio fué.