Es la guerra. Bernard Ecclestone contra Max Mosley. Algo así se deja entrever de la decisión de la FIA de hacer una consulta general a los equipos de Fórmula 1 para que expresen sus quejas y pareceres sobre este deporte y su gestión, tras la reunión mantenida el pasado miércoles en París por el Conejo Mundial del Automovilismo.
De esta manera, la FIA “realizará una amplia consulta con los equipos de Fórmula 1 para examinar los planes y mejorar la eficiencia, incluyendo regulaciones técnicas para el campeonato. También incluye una revisión de la gestión de la Fórmula 1”.
¿Estamos ante un ataque directo al hasta ahora mandamás Bernard Ecclestone? Al menos los expertos lo ven como una clara amenaza y un desafío sin tapujos de Max Mosley, que quiere recuperar el control de la máxima categoría automovilística y despojársela a Ecclestone.
Pese a todo, los protagonistas aseguran que no existe ninguna guerra entre ellos. Ecclestone deja pasar el asunto con aquello de “todo sigue igual”, aunque medio mundo mira de reojo las sospechosas maniobras de ambos personajes. Bernard, de 77 años, asegura: “Nada ha cambiado entre Max y yo. Somos amigos desde hace cuarenta años. No se pierde una amistad por cosas como estas.” Y es que ¿quién no discute alguna vez con su mejor amigo?
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