El piloto que seguramente se sintió más aliviado en el paddcok de Magny-Cours el pasado domingo por la tarde fue el piloto de Renault, Nelson Piquet. Antes del GP de Francia, en la prensa se sugería que el asiento del novato brasileño en Enstone estaba en duda, después de un inicio de temporada nefasto en su carrera de F1.
Pero Piquet, de 22 años, tuvo un fin de semana mucho mejor durante el evento en Francia, en un circuito que conocía más que el resto de circuitos en los que ha corrido este año.
"Estos puntos te quitan muchísima presión de los hombros", se le cita en la revista alemana Auto Motor und Sport.
"Desde ahora las cosas irán mucho mejor. No quería asumir ningún riesgo en Magny-Cours, porque tenía que terminar la carrera como fuera", dijo.
La próxima carrera se disputará en Silverstone, uno de los circuitos favoritos de Piquet.
"Allí, incluso podría hacerle sudar la gota gorda a Alonso", vaticinaba el ingeniero veterano del equipo Pat Symonds. "Este resultado le dará confianza. Tal vez veamos desde ahora lo mismo que pasó con Kovalainen el año pasado".
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