Otra gran carrera de Fórmula 1. Otro día de increíbles carambolas con un podio inesperado: Kovalainen, Glock y Raikkonen. Vuelta 50. Kimi, vigente campeón del mundo y posterior vuelta rápida en carrera, se sale desesperado de no poder adelantar a Fernando Alonso y su Renault. Se va fuera en la curva dos y el asturiano respira tranquilo porque cree que los tres segundos que le lleva pueden ser suficientes para mantener la posición frente al finlandés. El piloto del coche número cinco para en boxes.
Pese al error, el hecho de tener que entrar hace que el finlandés le recupere cuatro décimas al final de esa vuelta. Durante la siguiente le mete otras ocho más. Está a 1,8 segundos. Ferrari recupera los otros dos en un repostaje frenético, que le hace sospechar a Renault que son más veloces a la hora de meter gasolina y el finlandés aparta en ese momento a la estrella española de la cuarta plaza. Después, tras el estallido del motor de Massa a tres vueltas del final, se habría convertido en el primer y merecido podio del ovetense en 2008.
La pedrea se la llevó un discreto Raikkonen que con la pista libre voló hasta alcanzar a Timo Glock, pero tampoco pudo pasarle en este retorcido trazado. El piloto germano estuvo impecable y muy veloz en todo momento. Alonso igualó su mejor resultado del año, el cuarto de Australia, y dejó el sello de mejor piloto de la parrilla. Hizo una gran salida en la que pasó a Kimi y Kubica, hasta que llegó a las inmediaciones de Glock para meterse cuarto, pero el alemán cerró la puerta y a Fernando le pasó el piloto de BMW. Esta vez el R28 fue más constante en carrera. El bicampeón tenía pista libre, y rodó con una enorme regularidad pese a la presencia de Kimi a su espalda. Iba largo de gasolina, cuatro vueltas más que la mayoría. Se detuvo en la 22 y eso le ayudó para pasar a Kubica. Como en los viejos tiempos, esta vez en Renault sólo se pensó en la carrera durante todo el fin de semana y eso se notó el domingo.
Pinchazo de Hamilton.
Por delante, Massa y Hamilton mantuvieron un duelo apasionante. Felipe estuvo magistral en esos primeros metros ante un Lewis demasiado confiado. Desde su llegada al circuito por la mañana en una especie de papamóvil, un todoterreno Mercedes blanco, el inglés sonreía y saludaba al público tranquilo, sereno, como un seguro ganador.
Pero el brasileño se fue a por él como si le fuera la vida en ello y le dio una impresionante pasada por fuera, completamente bloqueado. Desde ese momento tiró para delante y no se inquietó frente a la estrella de McLaren, que empezó a ponerse nerviosa y terminó por destrozar, por tercera vez en dos años, uno de sus neumáticos. O cuarta si contamos el estado en el que terminaron sus compuestos en los libres de Turquía, que le obligó a hacer tres paradas en carrera. Esta vez fue un reventón en la rueda delantera izquierda producto de los repetidos y severos planos con los que castigó sus compuestos. El jefe de Bridgestone, Hirohide Hamashima lo explicó así: "Hizo muchos planos, y tal vez eso redujo más de lo normal el grosor de la superficie de la rueda y le hizo más sensible a sufrir un pinchazo con algo punzante que hubiera sobre la pista. En un primer momento no hemos encontrado sobre el neumático ningún causante de la avería. El compuesto en sí mismo no fue problema".
Lewis tuvo que parar antes de lo previsto por segunda vez e inició una remontada que le llevó a estar a tres segundos de Fernando. Sin embargo, el ovetense demostró que es bastante más regular y constante que su antiguo compañero de equipo y le mantuvo a esa distancia hasta casi el último suspiro de la carrera. Hamilton estaba sexto y con la sonrisa congelada hasta que su proverbial suerte vino una vez más a buscarle. A Massa le estalló el motor, en una demostración de que Ferrari tampoco es lo que era, y le aupaba a una quinta plaza que le permitía mantener el liderato con cinco puntos de ventaja sobre Raikkonen.
¡Victoria de Kovalainen! El bueno de Heikki vivió las vueltas más largas de su vida y no se quitó el casco nada más bajarse del coche. Tal vez para que no se le vieran las lágrimas. Hungaroring, el circuito al que acuden más finlandeses, estalló en aplausos ante el chico bueno, ese piloto que no generó entusiasmo alguno entre los dirigentes de McLaren.
Massa.
"Ha sido una de las carreras más frustrantes de mi vida. Si te pasa algo cuando estás en puestos retrasados te importa menos. Pero no puedo decir más, ha sido así y ya está. Tener un problema como el que me ha pasado a mí justo al final, cuando estás a punto de cerrar la carrera de forma perfecta, es algo que duele, te deja un mal sentimiento, una extraña sensación".
Hamilton: "Al menos sigo siendo el líder"
"La carrera podría haber sido mejor para mí. Mi salida ha sido buena, pero la de Felipe ha sido mejor y me ha adelantado. He conseguido mantener la distancia durante el primer stint y me he sentido cómodo en el segundo. Podía adelantarle, pero el pinchazo del neumático ha frenado mis progresos. No sé qué ha pasado. Al menos sigo siendo el líder?.
El crack
Alonso
De lo mejor del año. Aguantó a Kimi en pista y no dejó acercarse a Hamilton.
¡Vaya día!
BMW
Al final puntuó Kubica, octavo, pero Heidfeld sólo fue décimo. Van a peor.
La maniobra
Massa
Gran salida de Massa, que metió su Ferrari por fuera a Hamilton. Bravo por Felipe.
El duro
Vettel
Tras su buena carrera de Alemania, ayer abandonó. Casi se lleva a Raikkonen por delante.