Alonso, una carrera sólo al alcance de los más grandes

[GTO]

A PUNTO DE LOGRAR UNA VICTORIA HISTÓRICA
Fernando Alonso, una carrera sólo al alcance de los más grandes de la Fórmula 1
2009, la revista británica Autosport eligió a los mejores en la historia de la Fórmula 1 a través de una macroencuesta. Imposible mejor jurado que 217 pilotos de todos los tiempos que señalaron entre los suyos a quienes consideraban los más grandes. Eligieron cuarenta pilotos. El primero, Ayrton Senna. Nigel Mansell, Emerson Fittipaldi, Jochen Rindt, Nelson Piquet… muchos ilustres campeones quedaron por detrás de Fernando Alonso. El español estaba situado entre los diez primeros, era el más joven y único en activo entre ellos. ¿Por qué?

Dos centenares de pilotos podían apreciar entre ellos como nadie el genio, el valor de los títulos y, por supuesto, la capacidad para rendir al más alto nivel en el tiempo independientemente del material entre manos. Alonso no tiene más títulos desde 2009 pero el español habría escalado más posiciones en la lista tras de haber contado su experiencia con Ferrari.

El pasado Gran Premio de Hungría fue otra obra de un alquimista capaz de transmutar en oro los simples metales. Hace una semana, en una entrevista a El País, Niki Lauda calificaba cruelmente como una "mierda" al Ferrari 14 T. Pocos días después, Alonso estaba a dos vueltas de ganar en Hungaroring. ¿No describe la alquimia la facultad de transformar una sustancia o materia en otra distinta?

Unas pocas flechas en Hungaroring


¿Cuál es la particular 'piedra filosofal’ de ese piloto cuya posición entre los grandes no se corresponde con más títulos? La carrera de Hungaroring sublimó los rasgos que han distinguido la trayectoria del español durante estos años, aprovechando al máximo las circunstancias meteorológicas y de carrera para clavar Alonso y Ferrari las pocas flechas que llevaban en el carcaj.

En la pista magiar solo se triunfa tensado bien el arco el sábado. “Quinto es mucho mejor de lo que esperábamos”. Primera diana. Había que arrancar ganando posiciones, Alonso cumplió y se mantuvo cerca de la cabeza, en una pista húmeda con un monoplaza de tracción nada fácil. Segunda diana. Cuando en la octava vuelta salía el coche de seguridad, el español y quienes le precedían habían pasado ya por línea de meta y no pudieron parar como Ricciardo. Pero con la segunda interrupción, Ferrari dejó a su piloto en pista.

“El nivel de rendimiento en corta y larga distancia es similar al que hemos visto en carreras recientes y parece que va a ser un fin de semana muy duro”, nos decía Pat Fry el viernes. Pero Alonso lideraba el Gran Premio de Hungría a mitad de la prueba. Con el cuarto monoplaza en la jerarquía el sábado.Y en cabeza. Otra flecha en el blanco.

¿Media carrera con un juego de blandos?

La inusual posición de Alonso era fruto de tantas dianas desde el sábado, con la flecha en el amarillo en cada oportunidad disponible. Se abrió entonces una inesperada ventaja de oportunidad. ¿Dos paradas, y aguantar con las gomas más blandas hasta el final? ¿32 vueltas? ¿Casi media carrera? ¿Qué me está contando usted?


“A diez vueltas del final discutíamos si parar y asegurar el cuarto puesto –los puntos que necesitábamos- o arriesgarnos a la caída de los neumáticos y acabar cuarto o quinto o peor”, explicaba Alonso. ¿De quién fue la última palabra para seguir en la pista hasta el final? “Hace falta tomar las decisiones durante la carrera y todas se tomaron junto con el equipo…”. Piloto y equipo dispararon la última flecha. A Ferrari, por supuesto, admirar el valor que mereció una apuesta -con la que cayó el sábado- que también pudo ser un tiro por la culata. Quién hubiera podido escuchar esas conversaciones entre monoplaza y muro, quién tendría la última palabra para soltar esa mano de arco al final...

Resultó sorprendente cómo Alonso marcaba tantas vueltas rápidas, cómo clavaba los tiempos en la frontera del máximo ritmo posible con la menor degradación necesaria, y marcando los cronos de un Hamilton en la segunda posición. Hasta que los neumáticos no dieron más de sí. En la vuelta 62 tenía a Hamilton y a Ricciardo a su estela… Solo el australiano pudo superarle en las setenta vueltas de carrera, con la mitad de vida en sus ruedas. Ambos Mercedes, monoplazas con un segundo como mínimo más rápidos, por detrás.

"Mi carrera debería ir hacia abajo y, sin embargo, va hacia arriba”

“No creo que esta sea una de las mejores (actuaciones) de mi carrera”, comentaba ayer Alonso tras la prueba. Quizás este último podio no cumpla con su alto listón personal como aquel Gran Premio de Imola 2005, Japón 2008, Malasia o Europa en 2012, por citar algunas victorias. No la consiguió en Hungaroring, pero fue una enésima y muy especial ocasión en la que un monoplaza "está donde no debería estar", con ese expresivo scanner que usa Martin Whitmarsh para diagnosticar cuando un piloto es capaz de sacar a su montura de su 'zona de confort'.

“Es el mejor piloto del mundo, es uno de los pilotos como Lauda y Schumacher, que ha tenido una gran importancia en mi vida profesional y en la de Ferrari”, decía Luca de Montezemolo del español hace dos años. Pero su equipo pudo ofrecer al austríaco dos títulos y cinco a Schumacher. Al Samurai, todavía ninguno....

​Al propio Alonso no le quedaba más remedio que, paradójicamente, reconocer la realidad también ayer: “Supongo que mi carrera debería ir hacia abajo y, sin embargo, va hacia arriba” ¿Acertaron o no sus colegas al incluirle entre los diez mejores pilotos de la historia ya en 2009? Cinco años después, no tendrá más títulos, pero Fernando Alonso sigue protagonizando carreras con el sello de los más grandes en la historia de la Fórmula 1.

http://www.elconfidencial.com/deportes/ ... -1_168718/

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Es que Don Fernando Alonso Diaz es de los mas grandes, sin duda alguna

Saludos

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Sufrir y disfrutar a partes iguales

Suele contar uno de mis vecinos más ilustres, bien cada vez que se le pregunta por el tema, bien cuando tiene la ocasión, que corría el año 1996 y que todo sucedió durante la celebración de un Marlboro Master que reunió en una pista de karts en Barcelona a antiguas glorias de la Formula 1. Cuenta usando ese tono de voz sosegado que le caracteriza, que además de él mismo, por allí andaban entre otros Rene Arnoux, Jacques Laffite, Ivan Capelli y Arturo Merzario.


Aquella carrera la ganó Merzario, el cual por si no lo recuerdan es uno de los que paró junto a Guy Edwards, Brett Lunger y Harald Ertl para rescatar a Niki Lauda de su coche en llamas en aquel lejano Gran Premio celebrado en Nürburgring en 1976. Había alguien más en aquella pista que conducía un kart idéntico a ellos, un quinceañero al que le habían dado una cámara de televisión y la orden de tomar las mejores imágenes posibles de aquel evento.

Aquel chaval, responsable como pocos, cumplió perfectamente su cometido pese que para ello tuvo que subir y bajar de la cabeza a la cola de aquel grupo de veteranos pilotos un par de veces seguidas, adelantando y dejándose adelantar para volver a pasarlos nuevamente. A mi "paisano" le llamó la atención, pero no solo el casco de aquel chico que recordaba al suyo, no. Prácticamente le resultaba difícil creer lo que le había visto hacer.

Aunque muchos lo habrán adivinado, aquel chaval era Fernando Alonso y la persona a la que me refiero como "mi vecino" es Adrián Campos. Lo que sucedió después de aquello forma ya parte de la historia, tanto del propio piloto como del automovilismo español y mundial, lo quieran o no quieran ver algunos. Aquella ocasión podría no ser la primera en la que el asturiano dejaba boquiabierto a más de uno con su actuación sobre la pista, pero tampoco fue la última.

Por suerte para los supersticiosos el 13 de diciembre de 1999 no cayó en viernes, sino lunes. Al haber ganado el Euro Open Movistar el de Oviedo tenía derecho a una prueba con Minardi que tuvo lugar en un lluvioso aquel día circuito de Jerez. Adrián Campos bromeo con un "Habéis traído el orbayo de vuestra tierra". El orbayo es más que una llovizna es como una niebla húmeda muy característica de las regiones del norte de España y aquel comentario que hizo Campos ocultaba una dificultad y él lo sabía. Fernando jamás había conducido un monoplaza en mojado. Curiosamente aquella temporada de Formula Nissan había transcurrido totalmente en seco, pero ello no fue impedimento para que Alonso pasara con el Minardi totalmente cruzado por delante de aquellos que le observaban desde el muro. Giancarlo Minardi fue corriendo a darle los cascos a Adrián con la intención de que le ordenase parar: "¡Está loco, dile que pare que esto es un F1!" le dijo.

"Era la primera vuelta, y sin haber conducido nunca un F1 y lloviendo, pasó delante del box y frenó en la primera curva en el mismo sitio que lo estaba haciendo Barrichello. Estaba asustado y le mandé parar y cuando llegó al box me preguntó Fernando, ¿qué pasa?, si había algún problema. Yo le dije que el problema lo podía tener él si seguía yendo tan rápido la primera vez que pilotaba un F1" relataba Cesare Fiorio, director deportivo de Minardi aquel día, tiempo después.

"Pero me contestó que iba despacio, como yo le había dicho. Ante esa respuesta le dije: "sigue despacio", le dije" continúa Cesare Fiorio. "No cometió ni un solo error y llegamos a la prueba de fuego. A los pilotos jóvenes, después de haberles dicho que rueden tranquilos en sus primeras vueltas, les damos la oportunidad de hacer una vuelta rápida. Normalmente ninguno mejora tiempos ya que van a tope desde el principio, pero Fernando mejoro bastante y al final del día resulto ser el más rápido con diferencia, casi segundo y medio" termina relatando Fiorio.

El pasado Gran Premio de Hungría, Fernando estuvo a punto de ganar con un coche el cual, de haberlo logrado sería, perdónenme la licencia, para haberlo quemado allí mismo bajo el podio. Su actuación el domingo ha provocado tal número de declaraciones y publicaciones en diversos medios, nacionales como internacionales, que sería imposible nombrarlos aquí mismo. Pero no es la primera vez que esto ocurre. No he leido a nadie que encuentre ni un solo defecto a la actuación del piloto de Ferrari en esta carrera. De nuevo, casi todo el mundo afirma que Alonso está a un nivel por encima del coche que conduce e incluso puede, del equipo que le paga.

Es una lástima no tener una máquina del tiempo con la que poder viajar al pasado y saciar la curiosidad que tengo de saber si también se escribió en sus días, tanto para bien o para mal, aunque prefiero concentrarme en las alabanzas, sobre pilotos como Fangio, Moss, Hill, Stewart, Lauda, Prost, Senna o Schumacher como se ha escrito en los últimos años sobre el pilotaje de Fernando. Sobre Schumacher y Senna será fácil encontrar ese tipo de textos, sobre el resto supongo que tirando de hemerotecas, pero de las de verdad, se podrá encontrar también algo aunque sea más trabajoso. ¿Qué le vamos a hacer? Hace treinta, cuarenta, cincuenta e incluso sesenta años Internet no era más que el sueño de algún loco científico. Cómo me gustaría poder echar mano de haberlos, a aquellos textos y saber que se escribía y que decían aquellas leyendas sobre ruedas de hace medio siglo.... Prometo que solo es curiosidad y no ánimos de hacer comparaciones. Tan solo saber si también se les reconocía a cada uno en su época como "el mejor piloto de la década o de todos los tiempos".

Comparar pilotos de distintas épocas suele resultar tanto complicado como una pérdida de tiempo. Uses el método que se use (he visto algunos muy rigurosos y buenos) siempre habrán voces en desacuerdo con el resultado final del mismo, sobre todo si no favorece a tu piloto favorito. Se puede ser todo lo imparcial que quiera uno, pero al final "la cabra tira al monte". Diferentes épocas, tecnologías, circuitos e incluso…. asfaltos y escapatorias distintas hacen de esto prácticamente una quimera.

Intentar imaginar de que hubiesen sido capaces Fangio o Senna por ejemplo, con el Ferrari de 2004 o el Red Bull de 2013, es un ejercicio que a mí me supera y que considero que solo está al alcance de unos pocos "genios". Quizá algún día tengamos una tecnología capaz de proporcionarnos estos resultados de manera imparcial. De todas maneras, por muy científica y matemática que sea, al final sucederá más de lo mismo con el resultado: Siempre habrá desacuerdos. Al fin y al cabo, los números son números, y serán todo lo exactos que quieran, darán y quitarán récords y reconocimientos de todo tipo, pero sigue faltándoles "alma".

Fernando te podrá caer más simpático o antipático, pero lo que es innegable a estas alturas es reconocer, que al igual que Fangio, Moss, Hill (Graham), Stewart, Lauda, Prost, Senna, o Schumacher (disculpen si se me olvida alguno de los grandes ), sin importar donde pilote ha pasado a formar parte de ese pequeño grupo de pilotos, universales y eternos que han dado sentido a este negocio camuflado como deporte que es la Formula 1.

Nunca habrá trofeo que atestigüe tal cosa, ni título alguno que recoja el reconocimiento de la afición, pilotos, periodistas y demás. Es indudable a estas alturas, que ni ese reconocimiento, ni la reputación, se la ha ganado Fernando en las épocas de "vacas gordas", sino durante esta larga "penitencia" que arrastra desde que salió de Woking por la puerta de atrás explotando los medios a su alcance más allá de el verdadero potencial de los mismos, algo y ya sé que me repito, está al alcance de unos pocos.

Fernando parece no terminar de entrar en el exclusivo club de los pilotos de leyenda, aunque mi parecer lleva varios años dentro. Quizás el problema lo tendrá el siguiente que quiera entrar en tal club, porque Alonso con algunas de las actuaciones que nos ha regalado en los últimos cinco años, ha cerrado la puerta y tendrá complicado igualarle.

Terminare diciendo que para cantar las alabanzas del piloto asturiano no es necesario echar por el suelo los méritos de los rivales sean quienes sean. Tampoco hay y no es mi intención, que menospreciar el nivel de los mismos, porque opino sinceramente que para ensalzar a un piloto no hay mejor argumento que el de los rivales a los que este se enfrenta.

Fernando Alonso puede que se retire con solo dos títulos, pero las muestras de lo que es y ha sido capaz de hacer permanecerán siempre. Posiblemente me equivo si digo que es el mejor, incluso a muchos les sentaría como una patada en las zonas nobles, ubicadas un palmo más abajo del ombligo, pero estamos ante un talento único. Por mi parte, tan solo me limitaré a una cosa, a darle las gracias por hacerme sufrir y disfrutar tanto a partes iguales.

Saludos.

Javi C.

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