COMPARACIÓN ENTRE LA ERA TURBO Y LA ACTUAL
Fernando Alonso tiene razón: la 'Edad de Oro' de la F1 está sobrevalorada
Una comparación entre el período 1985-90 y 2014-16 confirma las palabras de Alonso, que cuestionaba una era, la turbo de los ochenta, mitificada en muchos aspectos
“La Fórmula 1, (en la década de los ochenta)era muy aburrida. Si ves una carrera de 1985, 88 o 1992, te dormías durante la prueba, porque eran dos McLaren, el cuarto estaba doblado, y había 25 segundos entre cada coche”. La semana pasada, Fernando Alonso desmitificaba lo que para muchos fue la ‘Edad de Oro’ de la F1.
El análisis comparativo realizado por El Confidencial entre 1985 y 1990 y los tres últimos campeonatos de la era híbrida (2014, 15 y 16) parece darle la razón.["En la nueva F1 habrá curvas que serán rectas porque se irá a fondo"]
Los ochenta quedaron también como ejemplo de espectacularidad y velocidad de sus monoplazas. Alonso se refería igualmente al nivel técnico de la famosa era turbo. “Había diez coches que no se clasificaban, así que la fiabilidad era así así. Las cifras de televisión están bajando, pero también como en aquellos años aburridos en los ochenta donde Senna, Prost y aquellos pilotos tenían que ahorrar combustible, neumáticos, y cosas así. La de ahora es tan aburrido como entonces”. Aunque aquella era dorada ha quedado como referencia en la historia de la F1, los datos recuerdan una realidad olvidada que también dejaba que desear.
Aquellos añorados ochenta
1985 es el primer año elegido para analizar período, cuando la tecnología turbo comenzaba a madurar. Siete pilotos diferentes (Prost, Rosberg, Piquet, Alboreto, Mansell, Senna y Lauda) ganaron entonces. Pero solo entre tres y cuatro de promedio terminaban en la misma vuelta que el ganador. La diferencia en la meta entre el primer y segundo clasificado era de 24 segundos, con once abandonos de media por carrera de 25 coches en la pista. En Canadá, por ejemplo, solo llegaron ocho monoplazas a la meta.
¿1986? A pesar de la superioridad de Williams y Honda , la lista de ganadores tampoco fue reducida (Piquet, Mansell, Senna, Prost, Berger), aunque los dos primeros lograban casi la mitad de las victorias. De media, solo tres monoplazas terminaban en la misma vuelta, con 16 segundos de diferencia entre el primero y el segundo y once abandonos sobre 26 monoplazas.
Otros cinco pilotos ganaron en 1987 (Mansell, Piquet, Senna, Prost y Berger), aunque con nueve victorias para los pilotos de Williams en 16 carreras. Pero con la tónica que Alonso apuntaba. Solo entre tres y cuatro monoplazas llegaban en la vuelta del líder, con 23 segundos de media entre los dos primeros, con casi el cuarenta por ciento de abandonos sobre 26 coches en la salida.
1988 fue la primera temporada de Senna y Prost en McLaren. Solo entre ambos ganaron 15 carreras, con Gerhard Berger y Ferrari la restante, en Monza. Entre cuatro y cinco monoplazas llegaban en la vuelta del ganador como media, con 17 segundos entre el primero y el segundo. La cifra era superior en muchas carreras sobre el tercer clasificado. Todavía en el año final de la tecnología turbo abandonaban la mitad de los monoplazas (13 de 26 como media).
En 1989 (con Prost y Senna todavía en McLaren) y 1990 (el francés en Ferrari), entre cuatro y cinco monoplazas terminaban en la vuelta del líder, con nada menos que 24 segundos entre el primero y el segundo de media en 1989, para bajar a 10 en 1990. Se producía una media 12 abandonos por carrera de 26 monoplazas en la salida.
En resumen, los datos promediados en seis años y 79 carreras confirman a Alonso: solo cuatro pilotos llegaban en la vuelta del líder. Veinte segundos separaban al primero del segundo, con entre once y doce abandonos por carrera.
En qué gana la Fórmula 1 actual
¿Y cómo se compara esa ‘era dorada’ con la nacida con la actual tecnología híbrida? Pierde en cuanto a variedad de ganadores.
En 59 carreras, solo Hamilton, Rosberg, Ricciardo, Vettel y Verstappen lograron victorias en tres años, aunque los tres últimos pilotos sumaron únicamente ocho entre 2014 y 2016, un porcentaje descompensado frente a los ochenta.Pero en esta nueva era híbrida la Fórmula 1 confirma una mayor igualdad en el pelotón actual. Desde 2014, una media de diez monoplazas terminaban en la misma vuelta que el ganador (10.5, 9 y 9.6 respectivamente desde 2014), con una media de solo nueve segundos entre el primero y el segundo en la meta. La mitad que en los ochenta. Y la fiabilidad es espectacular. Solo en la primera temporada de las nuevas unidades híbridas hubo cuatro abandonos de media por carrera, que bajó a 3.7 en las dos últimas. En 2016 dos carreras terminaron con todos los coches que arrancaron en la parrilla. ¿Entonces, qué juega en contra de la Fórmula 1 actual?
Y en qué pierde...
El paso del tiempo, como Alonso explicaba, tiende a mitificar. En el recuerdo queda el duelo espectacular entre Senna y Prost de McLaren, pero en pocas carreras ambos se enfrentaron cuerpo a cuerpo en la pista. En meta, las distancias eran enormes. Otro tanto ocurrió en el duelo entre Piquet y Mansell en Williams, salvo en alguna prueba puntual. Había eso sí, el reparto de victorias entre los aspirantes daba mayor emoción a la lucha por el título en el contexto de un campeonato. Los años 1988 y 89 quedaron amplificados por una rivalidad y duelo personal entre Senna y Prost, único en la historia de la F1.
De los ochenta también queda el recuerdo unos monoplazas espectaculares por su velocidad y potencia pero, como Alonso apuntaba y se comprueba, las carreras individualmente no hacían levantar de los asientos y, en general, los coches fallaban como escopetas de feria. La era turbo también venía condicionada por el control de combustible. En 1986 y 1987 muchas carreras veían monoplazas parados antes de la bandera a cuadros por este factor.
¿Qué ha jugado en contra de la época actual?
Con una gran igualdad media en el pelotón y mayor sofisticación técnica y fiabilidad, para la Fórmula 1 fue letal saber de antemano que Hamilton o Rosberg serían campeones antes de comenzar la temporada. De 1985 a 1990 nueve pilotos diferentes lograron victorias (Thierry Boutsen conseguía dos triunfos), aunque entre Senna y Prost sumaran 55. Cinco pilotos lucharon en este período por el campeonato (Mansell, Piquet, Prost, Senna y Alboreto, este último en 1985) para un número ligeramente superior de carreras que entre 2014-16. Que entre los dos pilotos de Mercedes hayan ganado 51 de 59 pruebas en tres campeonatos quizás explique gran parte de la historia. De no ser por este factor, hablaríamos de otra Fórmula 1. Aunque Alonso se aburriera al volante.
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