Hay factores que pueden decidir el título de 2017 que no se ven a simple vista. Y no, no es del funcionamiento de las unidades de potencia, ni si éstas queman aceite o si los fondos planos son flexibles o dejan de serlo.
La estabilidad dentro de un equipo de Fórmula 1 es vital de cara a ser campeones y que haya lucha interna no suele beneficiar a nadie más que a los rivales. No hablamos de una enemistad entre Sebastian Vettel y Kimi Räikkönen, sino de una posible lucha de poder en Ferrari.
La bengala la ha disparadio el diario alemán Bild. Habitual por sus señuelos. El rotativo germano indica que existe una pugna por el mandato en la Scuderia. Para la prensa alemana, la pieza clave en esta pelea es la reubicación de Lorenzo Sassi en el departamento de los coches de calle.
La mencionada reubicación de Sassi fue supuestamente una consecuencia de la persecución de Binotto del puesto actual de Maurizio Arrivabene. Los rumores señalados desde Alemania indican que el propio Arrivabene ha amenazado con dinamitar el presente acuerdo entre Phillip Morris y Ferrari en caso que él salga perjudicado si ascienden a Binotto.
Hay que recordar que Arrivabene fue responsable de Phillip Morris dentro de Ferrari de 1997 a 2014, puesto que abandonó cuando Sergio Marchionne le llamó a filas para sustituir a Marco Mattiacci.
Binotto sustituyó, por su parte, a James Allison después de que el británico abandonara Maranello. En 2017 ha habido polémicas a nivel técnico, como la quema de aceite o el fondo plano flexible. En el caso de Ferrari, el responsable de estas cercanías al límite del reglamento es Binotto. Un tanto extra para vender, a su favor, un ascenso, ya que ahora mismo Ferrari lucha por el título de pilotos y constructores de forma consistente.
http://soymotor.com/noticias/ferrari-vi ... ene-937894