El expiloto de Fórmula Mika Salo asegura que recibió amenazas de muerte tras la decisión de penalizar a Max Verstappen en Austin el pasado domingo. Aunque se cree que el comisario que más influyó en el castigo del holandés fue Garry Connelly, el finés también formó parte del conjunto de árbitros del Gran Premio de Estados Unidos.
La FIA decidió que el adelantamiento que le hizo Max Verstappen a Kimi Räikkönen al final de la carrera no era legal, así que le sancionaron bajándole del podio. Ross Brawn, director deportivo de la Fórmula 1, está de acuerdo con la decisión tomada por los comisarios.
"El castigo fue técnicamente correcto, pero duro", ha opinado el británico.
Pero los altos cargos del Gran Circo no fueron los únicos en manifestar lo que pensaban. Nico Hülkenberg, por su parte, lamenta lo ocurrido con Verstappen. "En una centésima de segundo, tomas una decisión, así que puedo entender el punto de vista de Max. Fue simplemente una situación desafortunada", ha apuntado el alemán para Sport1.
La decisión de los comisarios enfadó y mucho a la gran masa de aficionados que apoyan a la promesa de Red Bull, hasta tal punto que amenazaron de muerte a Mika Salo, según el propio finés detalla.
"He recibido varias amenazas de muerte, sobre todo de Holanda, eso nunca se debería tolerar", ha indicado Salo para el diario De Telegraaf.
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