Sergio Marchionne no es un hombre de grises. En un evento en Detroit, ha reconocido que el coche de Ferrari en la temporada 2018 de Fórmula 1 será el mejor de la parrilla o uno de los peores. Al menos eso es lo que extrae al ver la relajación del equipo de trabajo encargado del diseño a estas alturas de la pretemporada.
El presidente de Ferrari ha bromeado ante una situación que nos invita a pensar en el optimismo de los italianos, dado que si están tan relajados a mediados de enero, es que ya tienen el trabajo hecho para 2018, donde esperan ganar un Mundial de F1 diez años después del último.
"Estuve en Maranello estos últimos días y vi que los ingenieros de diseño estaban demasiado relajados. Sólo puedo concluir que o tenemos una basura de coche o una verdadera bestia", ha ironizado Marchionne en declaraciones al rotativo italiano Gazetta dello Sport.
"Hemos puesto todo nuestro esfuerzo en tener un coche súper competitivo en 2018, donde el objetivo será ganar el Mundial de F1 y ganar mucho dinero para Ferrari. Tendréis que esperar hasta el 22 de febrero para verlo", ha añadido.
MASERATI, MÁS CERCA DE LA F1 QUE LA FE
Se había rumoreado recientemente no sólo con la posibilidad de que Ferrari en sí entrase en la Fórmula E junto a otras marcas que compiten en su mismo mercado –de la talla de Mercedes, Porsche o Jaguar–, sino que podría hacerlo Maserati.
Sin embargo, Marchionne cree que tendría más sentido que quizá el equipo Haas adoptase el nombre de Maserati como desde 2018 veremos a Alfa Romeo junto al equipo Sauber. Tanto Sauber como Haas usan motores Ferrari, debemos recordar,
"Tendría más sentido intentar –que Maserati empezase a tener una marca en automovilismo– en Fórmula 1 con el equipo Haas. Eso tendría un coste razonable", concluye el italiano.
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