OTRO BOTÓN DE MUESTRA DEL DESASTRE
La suerte que tuvo McLaren de que Toro Rosso y Honda no pasaron de la sexta vuelta
Fernando Alonso y Stoffel Vandoorne sufrieron una carrera sin la menor opción y un paupérrimo monoplaza que habría sido incluso batido por Toro Rosso y Honda
“Sí, amigo, soy 15º, no me importa”, contestaba Fernando Alonso a su ingeniero cuando le actualizaban por la radio datos de carrera y le indicaban que podía ganar una posición. En la vuelta 33 ya había sido doblado. Desde el sábado ya anticipaba el ‘papelón’ de McLaren en Sochi, aunque el piloto quisiera buscar un ilusorio rayo de luz.
A estas alturas de la temporada el sonoro fracaso de McLaren en 2018 con el MCL33 no es noticia. Pero el circuito de Sochi servía una vez más como otra áspera prueba del algodón, porque tras Alonso y Vandoorne arrancaban Red Bull y Toro Rosso. El primero ejercería como referencia a igualdad de motor. El segundo por heredar la unidad de potencia nipona. Y el papelón de McLaren en Sochi sirvió para recordar que la pista refleja el funcionamiento de los despachos, como el MCL33 ha desvelado el falso relato de McLaren estos años.
McLaren, a verlas venir
"No teníamos el ritmo antes de empezar, lo sabíamos. Sin ritmo y sin que pase nada en carrera, ser 14º era lo que merecíamos. Esperábamos que ocurriese algo para ganar posiciones. Por prestaciones no hemos podido hacer más”. Era el resumen del Gran Premio de Rusia para McLaren. Por mucho que Alonso nos hablara de Monza el día anterior, el pescado estaba vendido al analizar el rendimiento en la pista del monoplaza británico viernes y sábado. El MCL33 es una lapa de ‘drag’, y lenta. No habían calentado sus neumáticos Alonso y Vandoorne cuando Verstappen había remontado a la mitad de la clasificación. Como Ricciardo, aunque con su monoplaza tocado desde la primera vuelta. De no ser porque los Toro Rosso sufrieron problemas de frenos inmediatamente, habrían superado a McLaren y el sonrojo habría sido total.
Durante meses y años, Honda llevó sobre sus hombros el sambenito de los males de McLaren. Cierto es que resultaba imposible asumir más años en común ante el desastroso arranque de la pasada pretemporada, cuando Honda no parecía saber por dónde le llegaba el viento. Pero qué pensarán hoy Mohamed bin Isa Al Khalifa, Mansur Ojjeh y los accionistas de McLaren ante el rendimiento de su monoplaza con motor Renault tras unas laberínticas negociaciones y 50 millones de euros como precio del divorcio con Honda...
La millonarias alforjas
Mientras tanto, La cúpula técnica del equipo británico no dudó en lanzar su mensaje a los cuatro vientos: el MCL32 era “el mejor chasis de la parrilla” o uno de los mejores en 2017. Era mentira Como Alonso ha apuntado alguna vez, el MCL33 quizás ha pagado por la incorporación del halo y de alguna que otra obligada modificación aerodinámica. Quizás resultara letal meter con calzador y a contra reloj un motor Renault en un chasis concebido para la arquitectura de Honda. En todo caso, para este viaje de 2018 no se necesitaban tan millonarias alforjas.
Alonso admitió que no podían aspirar a más de una 14ª posición. (Reuters)
Vender la burra coja
Así que este episodio en la historia de McLaren recuerda lecciones ya conocidas en el libro de la Fórmula 1. La primera, ojo con los gurús de la ingeniería, aprendices de brujo cuyo esotérico conocimiento les permite en muchas ocasiones ‘vender la burra coja’ al profano que paga las facturas. ¿ Estarán de acuerdo en el consejo de administración del McLaren Group? Y la segunda lección confirma que un monoplaza es la plasmación en pista de un potencial económico, del liderazgo definido hacia una organización eficazmente operativa para extraer el talento latente de sus miembros. Lección confirmada por Sergio Marchione desde 2015 en Ferrari, y olvidada en McLaren estos últimos años.
Así que el rey estaba desnudo. Zak Brown nos cuenta ahora ‘su’ relato. “Rendimos por debajo de nuestro nivel dada la historia, el talento de la gente, los recursos y la tecnología a nuestra disposición”, diagnosticaba recientemente en un discurso repetido. “Es la culminación de la falta de estabilidad de nuestro equipo durante muchos años. En los últimos siete u ocho hemos tenido diferentes accionistas que han entrado y salido, CEO que han entrado y salido... Y que han fallado para crear una base estable para este gran equipo”. El resto se deduce solo con el MCL33l y el crono como juez último. Quienes 'vendieron esa burra' ya están en la calle, pero McLaren necesitará años para reconstruirse. A Carlos Sainz le tocará lidiar con este toro.
Así que el 'mejor chasis' de la parrilla en 2017 con Honda es hoy la tortuga del MCL33 con Renault. Y gracias a los puntos logrados por uno solo de sus pilotos, capaz de sacar petróleo de esa tortuga pero no hacer milagros con ella. Menos mal que los Toro Rosso no acabaron en Sochi...
https://www.elconfidencial.com/deportes ... a_1623143/