PRAGMATISMO Y CAMBIOS DE CARA A 2019
McLaren año cero: cómo pagar con un ojo de la cara los errores del pasado
"Una decisión muy costosa" ha servido a McLaren para descubrir la realidad. El proceso de reestructuración en marcha gracias al fracaso de 2018 espera pronto resultados
El paso a Renault y el rendimiento del MCL33 quitaron el velo de los ojos a McLaren en 2019.
“Ha sido una decisión muy costosa, pero ha sido en beneficio de los intereses a largo plazo de la compañía”. Sheikh Mohammed bin Essa Al Khalifa, máximo responsable del McLaren Group y representante de su accionista mayoritario, (el fondo Mumtalakat) se ha pronunciado sobre el divorcio con Honda y el cambio a Renault como suministrador de su unidad de potencia. ¿"En beneficio del equipo", ante el desastre que ha supuesto la temporada 2019?
Un divorcio millonario, por supuesto, tanto por su coste como por los ingresos que McLaren dejaba de recibir del fabricante japonés, así como el costo de la factura de Renault. Pero a pesar de tal impacto económico, el máximo responsable del McLaren Group parece insinuar que gracias al fiasco de este año el equipo británico ha dejado definitivamente de engañarse a sí mismo para así afrontar una profunda reestructuración cuyos resultados deberían apreciarse ya el próximo año.
"Con la dirección que llevábamos..."
“Por un lado, es frustrante. Por el otro, estamos totalmente comprometidos con este proceso”, declaraba Sheikh Mohammed bin Essa Al Khalifa a la BBC, “con la dirección que llevábamos, el cambio todavía estaba por llegar. Tenemos un gran respeto por Honda, pero la relación no estaba funcionando, así que tuvimos conversaciones amistosas y decidimos separarnos. Saldremos de este proceso. Es frustrante, porque somos competidores de corazón, pero hay que seguir luchando con determinación y fuerza hasta el final”.
Carlos Sainz terminó ayer su contrato en Red Bull, pero desde hace meses ya está trabajando con McLaren. Mañana se subirá por primera vez a un monoplaza del equipo
Pero prescindir de Honda tampoco supuso ningún avance competitivo, aunque McLaren mejorara su posición final en el campeonato y lograra doblar los puntos respecto a 2017. Ha servido, al menos para desvelar la realidad. “Estamos seguros de saber por qué no hemos sido capaces de desarrollar el coche este año. Hay un problema fundamental en el monoplaza, y creo que lo hemos abordado. No sé si queremos revelar qué hemos descubierto y por qué, pero hemos tomado medidas, y el desarrollo del coche del próximo año nos ha ayudado a entender qué ha fallado”, reconocía el máximo responsable del McLaren Group, quien también explicaba que hasta después del verano no se identificaron las raíces de los problemas aerodinámicos del equipo. "Si lo hubiéramos descubierto en abril, hubiéramos tenido un coche B, pero era demasiado tarde”.
"Tenemos que copiar a los demás"
"Como diseño (en referencia al MCL33), hay que ver qué hemos hecho mal, no solo es que la Fórmula 1 te arrincona. Habremos hecho cosas mal nosotros que tenemos que identificar y copiar un poco a los demás, no querer ir por nuestro camino”, explicaba Fernando Alonso enigmáticamente durante el pasado Gran Premio de Bélgica. Y, efectivamente, según ha posido saber El Confidencial, es la línea que el equipo británico se dispone a seguir para 2019 y hasta que termine el presente ciclo en 2020: estudiar y adoptar las mejores soluciones técnicas que han funcionado en Red Bull (especialmente el equipo austríaco) y Renault, los mismos equipos.
Fernando Alonso en Abu Dabi. (EFE)
De momento, la llegada de Renault no ha propiciado resultados, pero sí una revolución. “Confíamos en haber identificado al personal y la estructura que nos llevó a nuestro problemas técnicos” también explicaba Zak Brown, “no había un liderazgo claro, pero ahora hay más claridad respecto a cómo el coche ha sido diseñado y va a ser desarrollado, con objetivos compartidos y acordados para tener un objetivo claro para evolucionar. Y cuando James (Key) empiece, será el director técnico y (la estructura) estará muy definida”. A la calle se fueron Eric Boullier, el responsable técnico Tim Goss, y el director de ingeniería Matt Morris. Solo ha quedado el responsable de aerodinámica Peter Prodromou, aunque habrá que conocer su futuro con la llegada el próximo año de James Key desde Toro Rosso.
Los padres de la criatura
“Si dijeras quiénes son los padres del coche (del año que viene) serían Pat Fry y Andrea Stella como líderes, con un grupo de diseño y uno de aerodinámica”, explica Brown, “es un esfuerzo colectivo, aunque ellos trabajan estrechamente, que era uno de los problemas que tuvimos. Teníamos tres (responsables técnicos) que no lo hacían como deberían haber hecho y como debería haber sido”. McLaren descubrió gracias al fiasco del MCL33 sus ineficiencias organizativas y técnicas. Pero, efectivamente, a costa de una “decisión muy costosa”.
En realidad, es Andrea Stella quien está liderando este proceso, ya que la llegada de Fry es más reciente. Y es el ingeniero italiano quien ha decidido una línea pragmática con los futuros monoplazas del equipo hasta 2020. Además, McLaren quiere contar con la colaboración técnica y asesoramiento de Fernando Alonso, quien también se subirá al futuro MCL34. De cara al futuro, recientemente dejaba la disciplina de Porsche el líder de su vertiente deportiva, Andreas Seidl, un técnico de gran prestigio que ha abandonado la marca tras la decisión del fabricante alemán de no entrar en la Fórmula 1. Todos los rumores apuntan a McLaren como su futuro destino tan pronto acabe su periodo sabático.
Si la reciente temporada supuso para McLaren tragarse una indigesta piedra a igualdad de unidad de potencia con Red Bull, la próxima pondrá en la mesa de Zak Brown y compañía otra piedra de toque cuando el equipo austríaco inicie su andadura con Honda. Quizás entonces McLaren podrá hacer suyo aquel “no hay mal que por bien no venga”. Pero a qué precio…