Por qué Porsche y Audi quieren entrar en la Fórmula 1
Aunque aún no es oficial, es cuestión de tiempo. Y es que la Fórmula 1, que lleva años trabajando en ello, por fin ha preparado un escenario atractivo para la llegada de nuevos fabricantes de automóviles.
Cuando la Fórmula 1 dio inicio a la era híbrida en 2014, apostó por una sofisticada unidad de potencia formada por un motor de combustión V6 híbrido turboalimentado de 1,6 litros asociado a dos recuperadores de energía; los famosos MGU-H y MGU-K.
El segundo era una evolución del pionero KERS utilizado en 2009, mientras que el primero suponía toda una novedad y, a la larga, un error por su complejidad técnica y su capacidad para quemar dinero durante su desarrollo.
«El motor de 2026 será mucho más barato de desarrollar gracias a su simplificación técnica»
La categoría esperaba que esta tecnología, adaptada a la evolución que la industria automotriz estaba experimentando en ese momento, atrajera a nuevos fabricantes deseosos de mostrar su capacidad con la Fórmula 1 como plataforma.
El primero en intentarlo fue Honda, pero pronto quedó claro que la estrategia había sido un error, ya que estos motores eran tan sumamente complejos que los fabricantes ya existentes contaban con una ventaja de desarrollo sencillamente imposible de alcanzar.
La marca japonesa ha sufrido lo indecible, ha sido humillada y, finalmente, tras siete años de duro trabajo, se ha despedido de la Fórmula 1 con un título mundial bajo el brazo y miles de millones invertidos. Su travesía al menos sirvió de algo: mostró a los demás fabricantes que la F1 era un coto exclusivo de Mercedes, Ferrari y Renault. Pretender lo contrario era un suicidio económico y comercial.
La Fórmula 1 reacciona
Tuvo que llegar Liberty Media en 2017 para que la Fórmula 1 viera claro que los motores actuales suponían, en la práctica, un muro infranqueable para la llegada de nuevos fabricantes. Y se puso a trabajar en una solución.
El problema era que los motoristas participantes habían gastado ya mucho dinero en esta tecnología y no estaban dispuestos a dejarla marchar así como así. Esto ha generado un cambio de planes sobre la hoja de ruta original: de estrenar un nuevo reglamento de motores en 2021 a no hacerlo hasta 2026.
Así es el motor actual de la Fórmula 1, un propulsor que ha atemorizado a los fabricantes por su complejidad.
A lo largo de estos años, se han producido diversas negociaciones para sentar las bases del nuevo motor con unas premisas muy claras: debía ser más barato, más sencillo y más atractivo.
Inicialmente, fabricantes como Lamborghini, Porsche y Aston Martin o motoristas independientes como Cosworth se unieron a las negociaciones, pero pronto los fabricantes de la Fórmula 1 marcaron territorio y la situación se estancó.
Finalmente, el motor de 2026 ya ha sido definido y su reglamento aprobado, por lo que la Fórmula 1 se prepara para recibir nuevos actores principales.
Audi y Porsche
Estos nuevos integrantes del reparto estelar de la Fórmula 1 son Audi y Porsche, dos marcas pertenecientes al Grupo Volkswagen. Pero, ¿por qué ahora la categoría sí es atractiva para estos dos grandes del automóvil?
La primera razón es obvia: el motor de 2026 será mucho más barato de desarrollar gracias a su simplificación técnica. En esencia, será el mismo V6 turbo de 1,6 litros, pero el problemático MGU-H desaparecerá y la parte híbrida ganará protagonismo.
Esto hace que, por un lado, los nuevos fabricantes no teman sufrir por lo que tuvo que pasar Honda y, por otro, resulte rentable invertir en una tecnología plenamente trasladable a los coches de calle (algo que no sucedía con el MGU-H).
Así es un motor híbrido de Fórmula 1 actual.
«No se puede entrar en la Fórmula 1 a menos que se abra una ventana tecnológica, lo que supone un cambio de reglas: que todo el mundo vuelva a empezar desde cero», afirmaba el ya exCEO de Volkswagen, Herbert Diess hace unos meses.
«Como siempre me dice Markus Duesman (presidente de Audi y exjefe de sistemas de propulsión de BMW F1), generalmente recuperas un segundo por temporada en una pista de carreras simplemente optimizando los detalles».
«Pero no puedes ponerte al día si creas un nuevo equipo: necesitas cinco o diez años para estar entre los primeros. En otras palabras, sólo puede subir a bordo si tiene un cambio de reglamento importante», reconocía Diess.
Los combustibles sintéticos
Otro aliciente para Audi y Porsche son los combustibles sintéticos, un tipo de carburante por el que apuesta especialmente la marca de Stuttgart y que supone una alternativa viable a la electrificación total, además de un modo de alargar la vida de los motores de combustión.
La Fórmula 1 puede y debe convertirse en el laboratorio perfecto para el desarrollo de una tecnología que aspira a mantener con vida los motores térmicos en Europa más allá de 2035.
Precisamente, la F1 se ha convertido en la punta de lanza del desarrollo de motores más eficientes, alcanzando cifras récord del más del 50%. Ahora, el objetivo es replicar eso con los combustibles sostenibles de emisiones cero netas.
Todo esto y lo anterior crean, en esencia, un ecosistema que, ahora sí, resulta ideal para la promoción de marcas que quieren mostrarse a la vanguardia de la tecnología verde, bien con mecánicas híbridas de última generación y máximo rendimiento, bien con carburantes alternativos respetuosos con el medio ambiente.
No sólo eso, además Liberty Media ha conseguido transformar por completo la percepción de la Fórmula 1, ahora exitosa en un mercado históricamente impenetrable como el estadounidense y cada vez más popular entre los jóvenes gracias a su política de redes sociales y su protagonismo en Netflix.
«Si nos fijamos en los principales eventos deportivos o eventos del mundo, se da el caso de que, en el automovilismo, en realidad sólo la Fórmula 1 cuenta y se está diferenciando cada vez más», declaraba Diess. «Si practicas deportes de motor, deberías participar en la Fórmula 1, ya que ahí es donde el impacto es mayor».
Además, Diess argumentaba en aquel momento que «Porsche tiene que ser la marca de automóviles más deportiva del mundo, por lo que tiene que hacer automovilismo. Y llegas a la conclusión: si Porsche hace automovilismo, lo más eficiente es hacer Fórmula 1».
Por su parte, «Audi es una marca que no puede exigir una prima de precio tan alta. En realidad, Audi tiene mejores argumentos para la Fórmula 1 porque tiene un potencial mucho mayor para la marca. Se está moviendo hacia los segmentos más altos, hacia la competencia con Daimler», explicaba Diess.
Red Bull va a garantizar una entrada amable de Porsche en la Fórmula 1.
«Nuestras marcas premium dicen que esa es la palanca más importante para aumentar su valor y poder obtener un poco más de los coches en términos de precios. Y también para demostrarle a la competencia que tienes una tecnología superior, en el caso de Audi», reiteraba.
«Es por eso que el Consejo de Administración y el Consejo de Supervisión han votado a favor de esto. Audi todavía tiene que decidir en qué constelación y con qué equipo. Pero ambos han comenzado a desarrollar motores», finaliza Diess.
Ahora ya sólo queda hacerlo oficial. Porsche se convertirá en socio de Red Bull Racing, mientras que Audi aún tiene que finalizar un acuerdo con otro equipo existente, seguramente Sauber (actual gestor de Alfa Romeo Racing). Y, desde ese momento, la nueva era de la Fórmula 1 comenzará a tomar forma.
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