Llegan mujeres a "esto"
A los que quieran ingresar en la Formula 1 en 2015 se les une un problema: Simona
Si llegar al último escalón del automovilismo deportivo es complicado, mucho más lo es para una mujer, tradicionalmente relegadas a puestos secundarios en esta película. La última piloto que pisó una parrilla en competición fue la italiana Giovanna Amati en 1992... bueno, más bien lo intentó, porque no logró clasificarse en las tres pruebas en las que estuvo inscrita; no pasó de las tandas que daban acceso a disputar la carrera. Desde entonces y hasta hace tan solo dos años la única que ha logrado brillar fue la malograda María de Villota. La madrileña rodó en pruebas fuera de competición a bordo de monoplazas de Lotus y Marussia, pero nunca corrió en la máxima categoría. Ahora parece distinto, y la suiza Simona de Silvestro acaba de ser anunciada como "piloto asociada" a la escudería Sauber y ha caído en buena postura entre la élite de la velocidad.
La primera razón es su edad. Con veinticinco años tiene por delante una ventana de al menos diez años para demostrar su valía, y es por eso que se trata de un momento perfecto para alcanzar la F1. Antes es con frecuencia demasiado pronto y se ingresa en un entorno hostil con poca experiencia. Con más edad, patrocinadores y equipos no confían tanto a la hora de trazar planes a largo plazo a la hora de ser catapultados, y se requieren resultados contantes y sonantes para interesar a los equipos.
La segunda razón es que la helvética llega a un equipo igualmente suizo dirigido por la primera y única mujer directora de escudería: Monisha Kaltenborn. Que se acaben entendiendo sería algo natural y lógico, y muy probablemente les será fácil encontrar apoyos en su país, destino geográfico donde las carreras están prohibidas, pero la saluda financiera de sus empresas es a prueba de bomba.
En la zona media del pelotón
La tercera razón que está de su parte es que lleva cuatro años corriendo en Estados Unidos en la Indicar, la categoría más parecida a la F1 que se corre en el país de los cowboys. Tiene diferencias notables con respecto a la F1 pero sin ser igual, se asemeja relativamente. Su trayectoria allí no está adornada con triunfo alguno pero en 2010 fue nombrada Rookie del Año, se mueve en la zona media del pelotón y ha sido la primera mujer en subir al podium en el circuito urbano de Houston dejando atrás a la mayoría de hombres. Sin ser una participante sobresaliente, su desempeño es correcto y se ha ganado el respeto de sus compañeros de asfalto. Tiene manos.
La cuarta razón es la menos deportiva pero precisamente la que más le puede ayudar: es mujer, y con esto a Bernie Ecclestone y la gente del marketing se les ponen los ojos como a Marujita Díaz tan sólo de pensar en lo que podría crecer el mercado femenino, y la consiguiente introducción de productos dedicados para un mercado mal explotado. La llegada de una mujer a la parrilla añadiría un ingrediente extra a una competición en la que técnicos e ingenieros roban el protagonismo a los pilotos a un ritmo endiablado, indudablemente daría color.
En el 2014 es muy posible que la veamos en las tablas de tiempos
La escudería Sauber no ha aportado muchos detalles al posible debut de Simona aunque si deja claro que la idea es que se prepare junto a los pilotos titulares, entrene mucho en el simulador, y ruede el viernes en alguno de los Grandes Premios de esta temporada, así que es muy posible que este 2014 veamos el nombre de una mujer en las tablas de tiempos.
La forma de hacer carreras en Estados Unidos dista bastante de la manera de correr en la vieja Europa, así que en su programa anual, y para que no pierda ritmo, le vendría de perilla disputar alguna categoría inmediatamente inferior como las World Series o la GP2, no solo porque se aclimataría a los circuitos que pisa la F1, sino porque muy probablemente tendrá que disputarle su asiento a alguno de los que sean sus contrincantes en estas carreras. Y ojo, porque Simona no estará sola en el paddock: Susie Wolff, piloto de pruebas de Williams le hará compañía aunque en principio tampoco tenga asiento ya tiene un pie dentro, algo con lo que sueñan muchos hombres que siguen esperando sentados en la puerta. Monisha, Susie, Simona, nombres femeninos que retumban en los oídos de hombres que ahora son camareros, cocineros o jefes de prensa. Antes era al revés. Esto irá a más.
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