Christian Horner tenía una sonrisa de oreja a oreja al terminar la carrera. Los pilotos de Red Bull rescataron un tercer puesto y un octavo que les sirvió para adjudicarse el subcampeonato de constructores. Aunque la estrella de la tarde fue Max Verstappen.
El piloto holandés se llevó la ovación de la jornada y los cumplidos del paddock. Remontó desde la decimocuarta posición hasta la tercera en apenas quince vueltas. Para Horner, la demostración de pilotaje estuvo a la altura de mitos como Ayrton Senna en el GP de Mónaco de 1984 o Michael Schumacher en el GP de España de 1996. "Sí, no ves algo así habitualmente, y lo que hemos visto hoy es muy especial", explica Horner a ESPN.
Los adelantamientos de Verstappen se sucedían con el paso de las curvas. Tenía que darlo todo para volver al podio tras la inconveniente parada a poner neumáticos de extrema lluvia bajo coche de seguridad. Nico Rosberg o Sebastian Vettel (entre otros) fueron víctimas del ímpetu de Max.
"Con el que más disfruté fue con el que le hizo a Rosberg. Pero en general todos sus adelantamientos fueron geniales. También peleó duro con Sebastian y Kimi", continúa Horner. "Hubiese sido difícil atacar a Lewis. Nos las arreglamos para estar segundos, pero Lewis parecía que tenía ritmo para cubrirnos, así que por eso tomamos el riesgo de jugárnosla, esperando que el intermedio brillase".
Antes del accidente de Felipe Massa, tanto Daniel Ricciardo como Max Verstappen montaron intermedios. Parecían los neumáticos más rápidos, pero entonces arreció la lluvia y Massa tuvo el accidente. Ambos pilotos tuvieron que pasar por el pit lane, y les retrasó.
"Nos dimos cuenta que teníamos que abortar la estrategia cuando la lluvia se intensificó. Fue doloroso hacerlo tras el coche de seguridad porque pierdes muchas posiciones. Pero la velocidad a la que recuperó posiciones vimos que estaba atrapando a Pérez, que estaba en posición de podio con diez vueltas para el final. En cada vuelta y con cada adelantamiento, Verstappen ganaba tiempo", concluye.
Finalmente el holandés se subió al tercer escalón del podio, y el propio piloto cataloga la carrera de estar casi a la altura de la de Barcelona. "Al cruzar la meta me he sentido como si ganase".
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