El nuevo motor Ferrari dura 7 grandes premios... en bancada
Los ánimos en Maranello son positivos respecto a la renovada unidad motriz para la Fórmula 1 2018 tras las pruebas de bancada en las que ha logrado durar el equivalente a 7 grandes premios.
Sebastian Vettel, Ferrari SF70H
En Ferrari son muy optimistas: el motor que arrancará la temporada 2018 ya parece haber logrado durar siete grandes premios consecutivos... en el banco de pruebas. En el área de gestión deportiva parece haberse acogido con satisfacción el encendido del motor instalado en el nuevo monoplaza, después de dos intentos fallidos. Pero los test de durabilidad en bancada han dado datos más que positivos.
El Ferrari de Fórmula 1 2018 parece que será ligeramente más largo que su antecesor y que tendrá un gran desarrollo aerodinámico, pero las dudas residían en la necesidad de usar por normativa solo 3 unidades motoras para completar las 21 carreras del calendario esta temporada.
Si se considera que el V6 Turbo que será instalado en el nuevo Ferrari desde los test de Barcelona mantiene una estrecha familiaridad con la unidad denominada 063 que disputó la temporada 2017, parece evidente que los técnicos italianos han tenido que trabajar duramente para alargar la vida de un propulsor al que le costó completar cinco grandes premios seguidos.
La FIA ha querido zanjar de manera definitiva el capítulo de la quema de aceite que protagonizó el año pasado, cuando se utilizaba lubricante para meter en la cámara de combustión aditivos que mejorasen la potencia del motor.
Los motoristas del Cavallino parecen haber decidido dar un paso atrás, antes de dar uno más grande hacia delante. El propulsor 2018, al menos para el inicio de la campaña, tendrá la misma potencia que el del año pasado, mientras que debería contar con un importante desarrollo durante el campeonato, cuando estará disponible una nueva especificación que ha sido diseñada para mejorar la cámara de pre combustión y el concepto imperante del Tji para retar a Mercedes también en clasificación.
El 6 cilindros Turbo no tendrá los pistones de acero, como debería haber sido el caso del pasado año. La solución tenía que ser uno de los elementos distintivos del propulsor de Lorenzo Sassi, pero no ha sido adoptada, como tampoco lo ha sido el proyecto denominado 064, que fue abortado a comienzos de verano.
El apreciado técnico toscano, que pronto pasará al servicio del Centro de Alto Rendimiento de Motores de Mercedes en Brixworth en cuanto termine el periodo de paro obligatorio, había adoptado soluciones muy arriesgadas que no han dado los resultados de fiabilidad que Mattia Binotto esperaba. Por eso el propulsor 2018 será una revisión y no un concepto nuevo.
Ahora les tocará a los proveedores de combustible mejorar la potencia con sus productos de alto poder calórico, a pesar de las condiciones ultrarrestrictivas que la FIA ha impuesto esta temporada. Shell deberá demostrar que puede estar a la altura de Petronas, la referencia en esta era híbrida que arrancó en 2014.
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