Carlos Sainz, o la guerra de nervios y picardía para negociar un contrato en la F1
Esta semana previa a la pausa veraniega podría ser decisiva para Carlos Sainz, en ese juego siempre duro, intenso y desconocido que es el arte de negociar en la Fórmula 1
¿Cuál será el futuro de Carlos Sainz con Renault? Estos días previos a la pausa veraniega pueden resultar decisivos. Si escuchamos a Cyril Abiteboul, hace un par de meses el español era objetivo prioritario para Renault. A día de hoy aparece públicamente como una opción entre otras para el francés. Entre las más ventiladas figura Esteban Ocon, piloto de Mercedes cedido a Force India, y en el que estaría interesado el equipo oficial francés…O al revés.
Hace pocas fechas manteníamos una instructiva conversación con alguien de gran experiencia en la Fórmula 1 y, por supuesto, como negociador. Tras la improvisada y golosa charla uno se reafirmaba en una ideal cardinal: en las negociaciones de un piloto con un equipo entran en consideración factores insospechados y desconocidos para la opinión pública. Y también para los propios periodistas que alimentamos la rueda. “La realidad no la busques en los medios de comunicación…”. Tenían razón. Así que partir de este aviso y con las orejas gachas, las siguientes líneas son solo reflexiones propias de una columna de opinión.
Hay que tener novias
De Sainz sí puede objetivamente afirmarse que hasta ayer -al menos- dependía de la continuidad de Daniel Ricciardo en el primer equipo de Red Bull. El momento exacto en que Sainz quede legal y definitivamente libre (¿septiembre?) es importante, porque el tiempo es oro en la Fórmula 1 y los rivales para tu puesto también vuelan y sacan los codos con agresividad.
Esa dependencia de Sainz obliga a Abiteboul a buscar alternativas. No solo por la situación de su actual piloto. En las aguas revueltas de un mercado en movimiento se pueden pescar opciones inesperadas. Y porque en la Fórmula 1 es obligado contar con un abanico de alternativas, de novias varias para encelar a tus interlocutores. Para ofertar y contraofertar, rebajar demandas, para meter presión a tu interlocutor, hacerle dudar en la certeza de contar con otras balas en la recámara y que lo sepa. En definitiva, se trata del arte -o el navajeo- de negociar. Cuántos pilotos confiaban en sus opciones para luego enterarse por la prensa que eran papel mojado o iban a ser sustituidos en su propio equipo. Razón, por ejemplo, en Maranello. O con Flavio Briatore.
"Pilotos que tienen interés..."
Hoy, el nombre de Esteban Ocón está en todos los medios. Pero Abiteboul ha ido más allá. “Un tema que puedo decir es que nuestra posición está clara para aquellos pilotos que han expresado un interés en unirse a nosotros, así que tenemos opciones que analizaremos en las próximas semanas, y tomaremos una decisión”, declaraba estos días. Que lo sepan todos, empezando por Carlos Sainz y su equipo, para cuando el piloto español sea agente libre.
Dejemos a un lado la valoración técnica que Renault y sus ingenieros hagan de Sainz como piloto. Demos por buena la positiva opinión que Abiteboul reconoce en su talento. ¿Sería un Ocón una opción real, pero también realista para Renault? En lo primero, parece que efectivamente se negocia con el francés. Tema aparte es que sea una opción viable frente a la de Sainz, por razones cuya discusión excedería el espacio de estas líneas. Pero mejor lo sabe Abiteboul que nosotros.
Todo lo anterior sirve para plantear una conversación simplificada similar a esta: “Carlos, te ofrecemos tantos miles de euros y no tantos, un año con opción al segundo y no dos, tienes que hacer x días promocionales en cada gran premio, y de Mapfre y Estrella Galicia no estaría mal un incremento del x por ciento… Porque enfrente está la posibilidad de bla, bla, bla…”. Y, por supuesto, los entusiastas periodistas ejerciendo como correos del zar con rumores, deducciones, versiones filtradas intencionadamente, intoxicaciones o medias verdades que hoy vuelan a velocidad de la luz en las redes sociales, y que pueden añadir más desazón en esa incierta guerra de nervios -y de golpes bajos- que suele ser la negociación de un contrato de Fórmula 1.
Sainz no es un gorrión
Pero Sainz no es un gorrión en esta dinámica, y cuenta a sus espaldas con gente con más conchas que un galápago. Aquí entra en juego McLaren, una de las opciones o novias que el piloto español se procura. Sainz también dependería de la decisión final de Fernando Alonso. Pero Zak Brown ya echó carbón a la locomotora el pasado fin de semana: “Comercialmente, no tenemos problema con dos pilotos españoles en nuestro equipo”. Más, si uno de ellos es una gran estrella y el segundo cuenta con potencial de futuro y con patrocinadores detrás…Ojo, Cyril. Y hasta aquí nos atrevemos a seguir. Pero si finalmente no cuajara la continuidad de Sainz en Renault, Stoffel Vandoorne tendría algunas razones para empezar a sentirse preocupado.
Justo antes de empezar a redactar estas líneas, un célebre comentarista británico mencionaba la posibilidad de que Fernando Alonso pudiera disfrutar de una nueva oportunidad en Ferrari ante los nuevos tiempos abiertos por la sustitución forzada de Sergio Marchionne. Aunque estaba fresco el comunicado que la anunciaba, quizás Martin Brundle sabía ya algo que nadie más conocía. O, simplemente, deducía que dos y dos pueden ser cuatro… Sin embargo, Raikkonen tantos años en Ferrari o Alonso volviendo a McLaren, también recuerdan que cualquier posibilidad es factible en este singular mundo de la F1.
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