El Mercedes 'poco eficiente' va a por la mejor racha de siempre
Lewis Hamilton con el Mercedes en Montreal.
Con siete victorias consecutivas, apuntan a la mejor racha inicial de la historia de la F1 lograda por McLaren en 1988. Las claves de su fortaleza: coche, pilotos y equipo.
Simplificando, podría parecer que para ganar a Mercedes bastaría con llegar antes que ellos a la bandera de cuadros, pero el GP de Canadá confirmó que ni siquiera esa teoría es cierta. Los W10 desarrollados en Brackley van camino de convertirse en los monoplazas más dominadores de la historia de la F1 y ya han superado la racha inicial que firmaron ellos mismos en 2014, el primer año híbrido. Suman siete triunfos en las siete carreras de la temporada 2019 y se acercan peligrosamente a las 11 consecutivas que logró McLaren Honda en 1988 con Senna y Prost al volante. ¿Tienen Hamilton y Bottas en sus manos el coche más arrasador de siempre? Pocos lo habrían adivinado después de una pretemporada repleta de problemas en su garaje.
De la primera semana de test a la segunda cambiaron completamente el diseño del vehículo. Conviven en esta parrilla monoplazas con un concepto más eficiente, que refuerza la velocidad en recta, frente a otros que generan más carga aerodinámica y ceden en velocidad punta para ganar en paso por curva. Y aunque pueda parecer lo contrario, porque suele presumirse de caballos y kilómetros por hora, en la F1 actual hay más décimas de beneficio en los vértices. Eso explica que Ferrari, con el motor más potente tanto en carrera como a una vuelta, no haya sido capaz de encontrar nunca el ritmo en tandas largas que tienen sus rivales.
De siete grandes premios, un tercio de la temporada, Mercedes ha sido el referente claro en cuatro: Australia, China, España y Mónaco. Los otros tres eventos, Bahréin, Bakú y Montreal, tienen un denominador común: las rectas. Azerbaiyán cuenta con la más larga del calendario y tanto Sakhir como Canadá son circuitos de 'tren trasero', en los que influye más la potencia y la tracción que un buen apoyo aerodinámico del 'tren delantero', como sería el caso de Shanghái. También influyen los neumáticos Pirelli, este año tienen cuatro milímetros menos de grosor y es más complicado llevarlos a la temperatura ideal de funcionamiento, aunque Mercedes los trabaja a la perfección. En cuanto a las carreras que vienen, ¿qué se puede esperar? Paul Ricard, dentro de semana y media en Francia, es un caso intermedio con curvas lentas y varias rectas largas. Austria es quizás la mejor opción para Ferrari para volver a intentar un asalto porque Silverstone es territorio Hamilton y sus virajes de altísima velocidad van a hacer muy fuerte al W10. Si no, quizás no quede más remedio que esperar a Monza, o a un error de Lewis y Valtteri que parece poco probable.
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