El Vaticano no votará por la destitución de Max Mosley como presidente de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA), en la asamblea general de la entidad que decidirá el 3 de junio la suerte del dirigente salpicado por escándalo de ribetes sexuales.
Fuentes del Vaticano aclararon que no es miembro de la FIA sino socio de la organización, en relación a una información de News of the World, el mismo periódico que publicó fotografías comprometedoras de Mosley y según el cual el Estado pontificio estará representado por el cardenal Renato Martino en esa asamblea.
El Vaticano es uno de los 109 países que está afiliado a la FIA, pero no como miembro ordinario por lo que, se precisa, no envía representantes para votar y cuenta sólo con una presencia simbólica.
El mandato de Mosley quedó en danza con la publicación de fotografías que lo muestran en una orgía con tintes sado-nazis y que llevaron a varios personajes de la Fórmula 1 a reclamar su renuncia, como el ex tricampeón mundial inglés Jackie Stewart.
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