Se echaban pestes sobre el rendimiento del R27. Que si era un cascajo, que Renault había perdido el norte, que no se había adaptado a la nueva normativa en 2007 de suministrador único de neumáticos, que su diseño aerodinámico era nefasto, que su velocidad punta le situaba a años luz de los McLaren y Ferrari y que no se había hecho nada bien en el departamento de ingeniería.
Todo eran críticas y todas ellas con fundamento dados los resultados cosechados en la pasada temporada, pero es que un año después y tras muchos millones de euros y miles de horas de trabajo, en Renault han ido para atrás de manera escandalosa.
Era difícil superarlo pero el R28 ha hecho hasta bueno al R27. La comparación, tras ocho carreras disputadas, del rendimiento de ambos monoplazas deja patente que con el R28 se han dado varios pasos atrás. Desde la presentación del arma de Fernando Alonso en 2008 todo han sido palabras y más palabras por parte del equipo galo, que asegura que los progresos son cada vez mayores pero si se mira cómo estaba la escudería francesa en julio de 2007 respecto al día de hoy la comparación es odiosa.
Frenazo del segundo piloto
Tras ocho carreras en 2007 el equipo del rombo sumaba 28 puntos por los 12 que acumula actualmente. Fisichella, un piloto discreto que no resiste la más mínima comparación con Alonso tenía 16 puntos por los 10 que tiene actualmente Fernando. Sin embargo, lo que demuestra el frenazo de Renault es que el segundo piloto en 2007, Heikki Kovalainen, sumaba 12 puntos, dos más que Alonso en 2008 y que la escudería del país vecino era cuarta en la clasificación del Mundial de constructores y no en la pobre séptima posición actual, en la que sólo supera a Force India, Toro Rosso y Honda.
Al igual que en 2008, el mejor resultado fue un cuarto puesto, aunque se consiguió en dos ocasiones, una por piloto, y no en una como en 2008 de la mano de Alonso.
En 2007 los pobres resultados a mitad de temporada obligaron a tomar una decisión drástica pero práctica en la factoría de Enstone. No tenía sentido seguir desarrollando un monoplaza que no daba réditos competitivos y se decidió reducir el presupuesto en la evolución del R27 y dedicarlo a desarrollar un R28 más completo y fiable. La decisión era lógica, aunque vistos los resultados actuales no ha tenido consecuencias positivas.
Los mismos errores
Fernando Alonso no se ha mordido la lengua y aunque pondera los pequeños avances conseguidos en las tres últimas carreras, es partidario de que el equipo se centre en construir un proyecto solvente para 2009. Seguir trabajando en un coche completamente perdedor puede convertirse en una pérdida de tiempo, mientras que centrarse en un nuevo diseño puede ser decisivo para la próxima temporada.
El R28 ha repetido los mismos errores con los que se creó el R27. Su reparto de pesos es erróneo y desgasta más de lo normal los neumáticos, el motor sigue siendo débil y el diseño aerodinámico no ha mejorado las prestaciones de su antecesor. Seguir evolucionando el monoplaza actual deja de tener sentido si se tiene en cuenta que en 2009 se reducirá la carga aerodinámica en un 50% y que los progresos de 2008 no tendrán proyección en un hipotético R29.
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