El presidente de Ferrari, Luca Cordero di Montezemolo, ha cuestionado la introducción del sistema de recuperación de energía KERS para la próxima temporada, diciendo que la medida contradice la posición de la FIA respecto a la reducción de costes.
El sistema KERS, por el que la energía calórica desprendida por el escape del coche es almacenada y utilizada para aumentar la potencia del motor puntualmente, es tan sólo uno de los cambios en la normativa de la temporada 2009.
El uso de neumáticos slick, que dejaron de utilizarse en 1997, regresarán a la Fórmula 1 junto con algunas restricciones aerodinámicas para elevar la importancia del agarre mecánico. Además, la cantidad de entrenamientos se va a reducir, y los motores tendrán que resistir tres Grandes Premios en lugar de los dos actuales.
Estos cambios, que buscan reducir costes, son el resultado de una reunión que se produjo el mes pasado entre el presidente de la FIA, Max Mosley, y los representantes de la asociación de equipos de Fórmula 1, FOTA, entre los que se encontraba presente Montezemolo. No obstante, y aunque aprecia la idea de que el KERS hará a la Fórmula 1 más ecológica, Montezemolo cuestionó tanto sus costes, como su relevancia para los monoplazas.
"El futuro pinta muy difícil con esta nueva reglamentación", afirmó a la publicación italiana Autosprint. "Creemos que introducir el KERS éste mismo año es un error, a pesar de que estamos a favor de que la Fórmula 1 sea un trampolín tecnológico. Pero, el sistema de recuperación de energía en las carreras, en cualquier caso, no hará que cambien demasiado las cosas. En realidad, los costes son prohibitivos, y con la FOTA hemos estudiado importantes propuestas para tratar de atender las justas peticiones de Max Mosley en relación a las reducciones de costes. Un motor para tres Grandes Premios, con un precio de 10 millones de euros supone recortar a la mitad el coste de los actuales. En 2011 tendremos motores por cinco millones, una importante reducción comparado con los veinte necesarios en 2008. Además, hay una reducción de 15.000 kilómetros en los entrenamientos privados".
A pesar de sus reservas sobre el coste del KERS, Montezemolo aceptó que la Fórmula 1 tiene una función que desempeñar en materia de investigación y desarrollo. Sin embargo, volvió a expresar la oposición de Ferrari, y la del resto de constructores de Fórmula 1, a otra medida sugerida por la FIA para limitar gastos: el motor único a partir de 2010.
"Tenemos dos objetivos: ayudar a los equipos más pequeños y permitir que la Fórmula 1 todavía diseñe, desarrolle e innove, pensando también en los proveedores de combustible", añadió Montezemolo. "Es impensable que los grandes constructores de automóviles puedan aceptar poner su marca sobre motores no construidos por ellos".
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