Espías en el paddock
Es un rumor a gritos en boxes: hay paparazzis pagados para fotografiar los secretos del rival. Y los equipos se blindan
03.02.11 - 01:49
Los mecánicos de Ferrari empujan el F150 de Fernando Alonso de culo al box del equipo italiano en el circuito de Cheste. Los técnicos se abalanzan al instante sobre el monoplaza para cambiar neumáticos, limpiar deflectores, enfríar discos de freno... Lo hacen de manera metódica, casi frenética, como si ensayaran la fulgurante ceremonia de parada de los coches en carrera, en los que un segundo perdido equivale a un fiasco. Aunque contemplarlos es algo visto y no visto. En apenas unos segundos, otro miembro de Ferrari despliega ante la guarida del Cavallino Rampante un parabán y una cinta para separar a los reporteros y curiosos a un metro. A salvo de miradas indiscretas. Y, sobre todo, a salvo de espías.
«Las escuderías pagan a fotógrafos 'freelance' para que espíen a los rivales. Sacan fotos de cualquier detalle de los coches que puedan desvelar algún secreto técnico. Se nota porque pasan totalmente del encuadre que busca el resto de compañeros y se lanzan con la cámara sobre los alerones, los motores...». Es un comentario tremendamente repetido entre profesionales del mundo de la Fórmula 1 y periodistas especializados en la materia. Es otra de las guerras del gran circo. El parabán tiene así su porqué. Aunque hay escuderías que ni siquiera se limitan sólo a eso. El box del equipo Renault en Cheste era absolutamente inexpugnable a objetivo fotográfico alguno. Trazado en forma de 'L', ni siquiera una mirada indiscreta por encima del biombo protector permitía echar un vistazo al R31 de Robert Kubica y Vitaly Petrov.
Antecedentes para ser precavidos ya han existido. En Ferrari sobre todo. El más gordo de los casos saltó a la luz pública en 2007, cuando la prensa de medio mundo publicó que el ingeniero Nigel Stepney, miembro de la escuadra italiana, envió a Mike Coughan (de McLaren) un correo electrónico describiendo un fondo plano que tenía instalado la escudería de Maranello. El caso terminó con una multa de 100 millones de la FIA a McLaren, una condena por la vía penal de 20 meses de cárcel para Stepney (acusado incluso de sabotear los coches de Ferrari) y un considerable retraso del equipo transalpino en el campeonato de ese año.
Sobre el asfalto también hay leyendas urbanas. O quizás no tanto... Una de ellas sostiene que muchos equipos disfrazan de 'turistas' a ingenieros no muy conocidos en el mundillo del paddock para fotografiar las partes sensibles de otros bólidos. Nadie mejor que los técnicos para ir al meollo de la técnica. El año pasado, cuando Ferrari empezó a acortar distancias con los hasta entonces incontestables Red Bull, en muchos mentideros se aseguró que por medio podía haberse metido algún 'turista despistado'. Claro que la opinión generalizada apunta a la pericia al volante del Fernando Alonso y las mejoras técnicas de su coche. Son los misterios del gran circo.
http://www.diariovasco.com/v/20110203/a ... 10203.html