Miedo al cambio en la Fórmula 1
Ni la seguridad, ni el escenario: el único temor de los equipos en Abu Dabi son los motores 'baratos' que quiere meter la FIA y que han tumbado... por ahora.
Miedo al cambio en la Fórmula 1
La reunión de la Comisión de la Fórmula 1 en París deja claro que no hay peor ciego que el que no quiere ver. Allí se votó el lunes en contra de que aterricen los motores baratos, y lo decidieron los motorizadores, que son hoy los que mandan. Parece mentira, pero es verdad.
La F1 sigue siendo gobernada por los participantes y eso, en cualquier deporte es abocarlo a la ruina. Demasiados intereses en juego y vetos por doquier. Ni Bernie, ni la FIA tienen el control, que pertenece a esa Comisión en la que cada uno tira para un lado, pero ninguno hacia el lado correcto. Que sigan cociendo el guiso los motoristas, vetando la entrada de una marca blanca, es algo increíble y que a este paso dará al traste con cualquier intento serio de reducir los costes y de que haya competencia a costes ajustados.
No es de extrañar que Honda vote en contra. ¿Y si una marca blanca mejora su rendimiento tras la millonada que se ha gastado?
¿Temen los fabricantes de motores que haya alguien que saque un motor barato y más rápido? Eso es lo que parece. ¿Quizás ganan mucho suministrando motores y dicen que pierden?, ¿Cuál es el miedo de los fabricantes? Si estuvieran muy seguros de sus productos y de que los precios han de ser esos -unos 20 millones por cederlos- abrirían la mano a cualquiera que quisiera entrar con una marca blanca. Al no ser así se puede sospechar cualquier cosa.
No es de extrañar que Honda vete cualquier cosa, o vote en contra. Si aparece una marca blanca y les arrasa, después de todo lo que dicen que han invertido, ¿dónde queda la imagen del gigante japonés? El resto piensa lo mismo. Hay mucho miedo a cualquier cambio, y sobre todo a que vengan intrusos a vender barato lo que cobran a precios astronómicos. Mucho más que al escenario o a la seguridad en Abu Dabi, que por cierto, es la de siempre.
En este estado de cosas es casi imposible romper con la inercia de costos elevados y control por parte de los motoristas, que nunca van a dar igualdad de oportunidades a sus clientes, uno de los cuales es Red Bull. La FIA está atada de pies y manos salvo esgrimiendo razones de seguridad o fuerza mayor.
La duda en el 'paddock' es si los equipos gastan lo que dicen o una cuarta parte y así sobreviven
Asegura el máximo organismo que se guarda la opción de retomar la idea de los baratos si el 15 de enero de 2016 los equipos no logran lo prometido en París: motores más baratos para sus clientes -algo que Ferrari vetó hace poco-, menos complicados -a saber qué significa- y más ruidosos.
La realidad es que la fuerza mayor está en la ruina en la que están sumidos casi todos los equipos, y sin embargo éstos tampoco parece que no ven su situación real. Ayer mismo Lotus no pudo recoger el material de Mercedes dentro del circuito porque apuran los viajes hasta el último día acuciados por el dinero. Mercedes se lo tuvo que guardar porque no había ni un representante de su cliente.
¿Cuesta lo que dicen?
La otra gran pregunta que se hace mucha gente, dentro y fuera del paddock es ¿Las cifras tan elevadas de costes anuales pueden ser una gran mentira? Es decir, que la realidad sea que los equipos gastan una cuarta parte de lo que dicen y por eso sobreviven. El análisis serio de los ingresos de un equipo nunca alcanza el presupuesto que dice que tiene; como mucho la mitad.
En la F1 la ceguera se instaló hace mucho, y ni la deserción de los patrocinadores y de los aficionados de la pequeña pantalla parece asustar a los que rigen el deporte, que a su vez son participantes en el mismo. Si ellos no están asustados es que hay muchas cosas que están demasiado ocultas y sus pretendidas estrecheces económicas no deben de ser tantas cuando ninguno quiere poner remedio.
http://www.marca.com/2015/11/26/motor/f ... 31139.html