Maurizio Arrivabene niega que necesite ayuda para dirigir Ferrari, a pesar del bajón de rendimiento que la Scuderia ha experimentado esta temporada. Arrivabene es optimista y no cree que sea necesario ningún cambio radical.
Antes de Brasil, Bernie Ecclestone dijo que al italiano le iría bien contar con el mismo apoyo que tiene Toto Wolff en Mercedes. Wolff tiene el pleno apoyo de Dieter Zetsche, máximo responsable de Daimler. Pero la relación de Arrivabene con el presidente de Ferrari, Sergio Marchionne, no es tan fluida.
El jefe de la Scuderia entendió las palabras de Ecclestone como un dardo envenenado, como un mensaje para que contratara a algún directivo para repartir responsabilidades.
"Si no estoy equivocado, se ha dicho que necesito tener a alguien que me ayude cerca", señalaba a F1i.com. "No lo necesito. Yo soy parte del departamento de competición de Ferrari y tengo a centenares de personas a mí alrededor. Tenemos un nuevo grupo técnico liderado por Mattia Binotto. Son entusiastas, trabajan muy bien. Tenemos un equipo".
Ecclestone también había criticado la gestión de Ferrari; dijo de forma sarcástica que “estaba dirigido como un equipo italiano”. Arrivabene le ha respondido.
"Todos conocemos a Bernie. El día después dijo lo contrario y también me vino a ver para explicarse, a pesar de que no se lo había pedido", dijo el italiano durante el fin de semana de Interlagos. "Yo siempre he sido un apasionado de Ferrari toda mi vida. Ferrari ha sido mi pasión incluso antes de que tuviera este trabajo. Es emoción. Cuando estoy en la fábrica y voy al departamento de GT, veo salir los coches de la fábrica y para mí es muy emocionante. Eso no es un hándicap, es un sueño".
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