Sí, lo tiene todo: pilota bien, cuida las formas, es proactivo, encandila a la prensa, cuando se pone el mono de trabajo lo hace física y mentalmente...
Hablando de buenos currantes, quiero decir que no sólo los grandes pilotos de F1, los grandes ciclistas, los grandes futbolistas... merecen admiración. Creo que cada trabajador puede ser un Rafa Nadal en lo suyo. A menudo veo camareros, funcionarios... que son auténticos "Nadales" en su trabajo. Mi admiración para ellos. Y la misma admiración y, si me apuran, un poco más, para los que en su labor diaria tienen el ingrediente del riesgo para sus propias vidas. Mi admiración, mi agradecimiento para todos los que arriesgan su vida por los demás. Es un error por mi parte acordarme de ellos sólo cuando mueren tres guardias civiles en un salvamento. Procuraré agradecer su labor a todos los grandes profesionales que me encuentre.