Vaya tiovivo, ¿eh Hudson?
Esta mañana, pensando en cómo describir el GP, se me ha ocurrido esto: una montaña rusa de emociones.
Vivir en directo la salida de Vettel, el adelantamiento a Bottas, la tensión estratégica, el rueda a rueda entre Seb y Lewis, la tristeza cuando Hamilton adelantó al Ferrari... Sé que me repito, pero es que vivir una carrera en directo es INCOMPARABLE a hacerlo desde la TV. Bien es cierto que uno no tiene la imagen global como quizá por la tele, pero si decide centrarse en algunos pilotos y con ayuda de unos prismáticos para ver bien las pantallas gigantes y nociones básicas de neumáticos y estrategia... Es una experiencia inolvidable, más con carreras tan brutales como las del año pasado o este.
La lucha Vettel-Hamilton fue atroz y duró casi 50 vueltas, e incluso tras eso Seb no dejó de presionar al inglés. He leído que se oía a Lewis extenuado por la radio, realmente al límite de sus fuerzas. Alucinante. Lección de tesón y fe del inglés contra un Vettel que, con mucho en contra, lo hizo todo a la perfección: salida, ritmo, EL ADELANTAMIENTO a Bottas (¡es que ni lo celebré de lo nervioso que me puse!
) y una defensa tan agresiva como necesaria para intentar ganar la carrera. Lección de Mercedes aprovechando con toda la precisión y brillantez del mundo las condiciones favorables de que dispusieron respecto a Ferrari: poder luchar con dos coches y el VSC. Me pareció una carrera tan bonita, tan clásica y a la vez sofisticada, tan cambiante y sobretodo tan luchada al límite por dos pilotazos, dos cochazos y dos equipazos, que ni quiero entrar en si tal o cual cometió errores y demás.
Pero por encima de todo lección de deportividad. De verdad que poco a poco va hasta cambiando mi actitud respecto a Hamilton viendo la sana competición que hay entre él y Vettel, y deseo con todas mis fuerzas que ningún incidente enturbie esta relación, aunque con toda seguridad si la lucha por el título sigue tan viva la tensión irá en aumento.
El jueves tras los FP1 estaba preocupado, también tras los FP2. Quien parecía haber traído un coche nuevo no era Red Bull, sino Mercedes, y tanto por tiempos como por ritmo parecían haber dado un golpe sobre la mesa. Finalmente, sin guardarse ninguno de los dos nada, Vettel acabó a 3 segundos de Hamilton pese a montar un neumático mucho más lento el doble de vueltas que el inglés. Con esto sólo quiero decir, pese a que incluso aún me resisto a creerlo, que Ferrari tiene un coche a la altura de Mercedes, y que ha superado con notaza la prueba de las primeras evoluciones importantes. Cierto es que la fiabilidad puede jugarnos malas pasadas, pero confío en que el equipo sabrá gestionarlo para sufrir lo menos posible al respecto y por ahora soy muy optimista.
Reconozco que debido a la intensidad constante de la lucha por la victoria, no pude estar muy pendiente del resto de pilotos, aunque quiero saber cómo narices Wehrlein acabó P8 (P7 sin penalización) por mucho que aprovechara el VSC, así como analizar bien los muchos incidentes de la primera vuelta. Una verdadera pena lo de Kimi, tanto por él, que en Montmeló parecía encontrarse igual o mejor que en Sochi, como por el equipo, que quedó en inferioridad de armas respecto a Mercedes.
No obstante, no hay mal que por bien no venga, y es que el abandono de Kimi nos recordó a todos los que seguimos la F1 por qué amamos este deporte: la absoluta tristeza de Thomas, ese pequeño tifosi, que dio paso a la absoluta alegría al conocer a su ídolo. En la vida, como en la F1, todo puede cambiar en un pestañeo.
Monte-Carlo, on y va!
PS: entre hoy y mañana a ver si puedo colgar algunas fotos que he hecho estos días
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