por Trupon » 07 Abril 2019, 13:44
Reflexión 7 días después de Baréin y a 7 días de China. Baréin es historia.
Creo que a muchos, ferraristas y no ferraristas, nos habría gustado que Leclerc ganase en Baréin. Chico joven, amable, guapete, humilde, luchador, agresivo en la pista, y sobre todo un pilotazo, con una brillante trayectoria, que en su segundo fin de semana con Ferrari consigue una pole, domina una carrera de F1 y se ve destrozado por un fallo mecánico; antes de lo esperado. Es normal la simpatía que todo el mundo ha sentido por él, muchos ya la sentían; yo reconozco que no le seguía demasiado. Si a esto le añadimos que superó al 4 veces campeón del mundo que tiene como compañero, al pentacampeón inglés, a otros pilotos con mucha más experiencia, y que hizo dos adelantamientos formidables, de los que no abundan últimamente en las primeras vueltas de un GP con medios mecánicos similares, el mérito es aún mayor.
Es la suma de todos esos factores. Porque es obvio que cualquier otro piloto que hubiese hecho exactamente el mismo fin de semana que el monegasco y al que le hubiese ocurrido lo mismo en los últimos compases, habría recibido el reconocimiento, pero no habría despertado tanta compasión. Tal vez Verstappen, aunque algo menos porque no cae tan bien como Leclerc. Y me parece que tampoco habría despertado tanta compasión/ simpatía en algunos aficionados de no ser por el efecto Alonso-Vettel.
Pero creo que es momento de poner los pies en la tierra, otra vez. Y yo vuelvo al mismo discurso de antes de Baréin, aunque parezca mentira. Tiempo... es lo que necesita Leclerc para llegar a un Diciembre con opciones de título. Y a Vettel... es a quien necesitamos los ferraristas, a pleno rendimiento, para llegar a Diciembre con opciones de título. Es a Sebastian a quien necesitan todos los aficionados de la F1 para vivir una temporada 2019 disputada. Porque Leclerc todavía es el mismo de Australia, el mismo de Abu Dhabi 2018, ha llegado a Ferrari como el futuro -próximo- de la Scuderia, pero aún no está al nivel de esos dos fuera de series. Y obviamente, un coche competitivo es lo que necesitan, Sebastian y Charles, para llevar el trofeo a las vitrinas de Maranello.
Por lo que pienso que hay que desmitificar lo que Leclerc hizo en Baréin e insisto en ajustar expectativas, no vaya a ser que esa carrera se le vuelva en contra a los ojos de prensa y aficionados, siempre caprichosos, con memoria a corto plazo e incluso interesados.
Y lo digo aunque hubiese ganado en Baréin, y aunque pueda ganar en China, porque puede. Y que quede claro que Leclerc me encanta, más que a cualquier no ferrarista; y que quiero que gane carreras y títulos, y que rinda a la par de Sebastian, cuanto antes, ojala este año y me tape la boca; y lo quiero de forma honesta, porque soy ferrarista y nada más. Pero los objetivos no han de perderse de vista: una temporada disputada y los trofeos para Maranello.