El día que la prensa paró la F1
El circuito Red Bull Ring, antiguo Osterreichering será el escenario del GP de Austria de 2014
En 1973 vivió la primera y única huelga de periodistas de la F1
Conocido inicialmente como Osterreichering (el circuito de Austria) y llamado también Zeltweg por su emplazamiento, fue uno de los circuitos más rápidos de Europa. Remodelado varias veces, pasó a llamarse A1 Ring hasta que Red Bull lo adquirió hace casi cinco años y lo modernizó, aunque conservando su esencia: la larga recta de subida y el impresionante tobogán de bajada.
La prueba ya tiene fecha, el 6 de julio, y el beneplácito de Bernie Ecclestone. No podía decir no al hombre que tiene dos equipos en la F1, entre ellos el campeón de estos tres últimos años, y que quizás incluso tiene algún control sobre los derechos comerciales de la F1 tras las últimas ventas de acciones por parte de CVC Partners.
Todavía no es seguro que vaya a celebrarse. Falta el permiso de las autoridades locales y la exención del cumplimiento de la ley sobre impacto sonoro durante la carrera y elevar el aforo del Red Bull Ring por encima de los 40.000 espectadores. No todos los lugareños están a favor pero Helmut Marko, el hombre de confianza de Mateschitz, ha aconsejado a los habitantes de la zona que se vayan de vacaciones esos días, según algunas citas en prensa.
El último GP de Austria se disputó hace diez años, en 2003, y ganó Michael Schumacher pese a que su Ferrari tuvo un conato de incendio al repostar. Un año antes, Schumi logró aquí su victoria quizás más vergonzosa, con Rubens Barrichello parándose a vista de eta para dejar paso a su compañero, organizándose una gran pitada y un debate sobre las órdenes de equipo todavía no zanjado.
Pero el más curioso de todos los GP de Austria fue el de hace 40 años, en 1973. Fue el GP en el que se introdujo el safety car, aunque no hubo necesidad de que actuara.
Pero si el GP de Austria es ahora remarcable es por otra razón a su recuperación para la Fórmula Uno. Y tiene que ver además con el conflicto latente entre prensa y los entes de gobierno de la F1 tras el incidente del GP de Alemania en el que el coche de Webber perdió una rueda. Se quiso cerrar los boxes a cal y canto a la prensa, o cuanto menos confinarla a la zona del muro y obligarla a llevar casco además de la combinación ignífuga. En Hungría finalmente se desestimaron las medidas mientras circulaban rumores sobre la pretensión de Bernie Ecclestone de fiscalizar las acreditaciones de prensa a partir de la temporada próxima, insinuando incluso que 'El Supremo' podría estar tentado por cobrar 3.000 por pase permanente y temporada. No se ha hablado más del tema.
Pero en el GP de Austria de 1973 se produjo la primera y única huelga de periodistas de F1. Entonces existía la IRTA, la asociación de periodistas de gran premio, que distribuyó en forma de brazaletes de cuero las primeras acreditaciones permanentes aceptados por todas los GP.
Pues bien, la FIA –todavía FISA– entendió que los boxes eran demasiado estrechos y decidió prohibir el acceso de la prensa a los mismos. Bernard Cahier, presidente del IRTA y hombre de grandes relaciones y autoridad moral, no transigió. Él y buena parte de los miembros del IRTA, cámaras en ristre los fotógrafos, bloquearon la salida del pit line en los primeros ensayos libres, mientras los pilotos aceleraban sus motores impacientes por salir a pista. El boicot se mantuvo hasta que los organizadores negociaron y dieron marcha atrás en su pretensión. Los periodistas pudieron acceder a boxes y los pilotos, a pista.
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