por carmelancias » 27 Febrero 2011, 15:21
Los que me conocen desde hace unos años saben que, aproximadamente por estas fechas suelo descolgarme con una de mis crónicas a las que suelo titular más o menos así:
UNA NUEVA TEMPORADA COMIENZA
Lo habitual era comentar de forma somera cómo habían transcurrido estos meses sin competición, hacer patente el deseo de que de nuevo comenzasen los GP's y fantasear con las posibilidades de todos los equipos a tenor de lo visto en los entrenamientos de pretemporada.
Y así debería de haber sido este año también.
Pero hete aquí que el comienzo de la nueva temporada se ha visto pospuesto por un periodo de dos semanas que es el tiempo que habría de transcurrir entre las celebraciones de las dos primeras pruebas del Mundial:
Bahrein y Australia
Si. la primera prueba del mundial que debía de disputarse en tierras (¿O habría que decir arenas?) del Golfo Pérsico ha sido suspendida.
En estos momentos se está disputando una carrera mucho más importante que un simple GP y no sólo para el pueblo del emirato sino para toda la región y para el mundo entero.
La carrera por la libertad de todo un pueblo ha comenzado.
Fué Tunez la encargada de apagar los semáforos rojos y acto seguido Egipto.Ahora la mecha de la resistencia en muchos paisess de la zona también ha prendido, contagiados por el entusiasmo que ha generado el triunfo de la voluntad y las ansias de libertad de todo un pueblo que no entiende de fronteras y sí de opresión y de tiranía.
De modo que por una vez (y que sirva de precedente) cambiaremos nuestro titular habitual por este otro:
UNA NUEVA ERA COMIENZA
Vivimos en un mundo globalizado y así como en la antigüedad, las noticias tardaban en ser de dominio público en todos los rincones del mundo conocido lo que tardaban en llegar a ellos los emisarios que, a lomos de sus caballerías recorrían los imperios, ahora todo se sabe en todos los lados en el mismo momento en que sucede. Por eso, los levantamientos de aquellos que son oprimidos se suceden a velocidad de vértigo, como un reguero de pólvora por todas partes.
Curiosamente y aún a pesar del grado tecnológico alcanzado por nuestra civilización, quedan zonas que han quedado como en el Limbo. Zonas en las que aún conociendo todo lo que es capaz de ofrecer la moderna tecnología de que dispone el ser humano, sea por cuestiones económicas, técnicas, logísticas o políticas, esa tecnología, no está disponible para su población.
En muchos de los casos, es decisión de sus gobernantes el que dichas poblaciones carezcan de acceso a la información e, incluso, a la formación.
Un pueblo ignorante y desinformado es mucho más facil de gobernar...Perdón. Quise decir de someter que uno que pueda ser capáz de forjar su propia opinión.
El descubrimiento del Nuevo Mundo en 1492 es una de las fechas aceptadas por los historiadores para marcar el comienzo de la Edad Moderna y el fin de la Edad Media.
Atrás quedó una época oscura de escaso avance en nuchas disciplinas y que, entre otras características nos deja esa imagen que a todos nos viene a la cabeza. La del Señor Feudal.
Señor de todas las tierras. Señor y dueño de vidas y haciendas.
Amos de todo lo que quedaba bajo su "protectorado", incluidos sus habitantes a los que se les negaba el acceso a cualquier tipo de formación o información.
No era tampoco extraño que estos Señores Feudales se..."conchabaran" con otro tipo de Feudalismo. Un feudalismo que se apropiaba no ya de las vidas o las haciendas de sus súbditos sino de sus almas: La Religión.
Se daba incluso el caso de que a veces ambos poderes se fundían en una sola persona.
Todo eso, afortunadamente pasó. Los pueblos, artos de tanta opresión supieron liberarse finalmente de tanta tiranía y una nueva edad más luminosa, más próspera y floreciente comenzó.
Pero, como todos sabemos, no fué así en todas partes.
Aquellos pueblos que, por su carácter nómada no pasaron por esta metamorfosis, estaban condenados a sufrir los mismos males pues, independientemente de la raza o de la cultura, el afán de dominar y de someter a todo y a todos anida siempre en el corazón de quien gobierna.
Es hora, pues, de que todos estos pueblos se liberen de la tiranía y de las ataduras a las que, por siglos, les han sometido los líderes políticos y religiosos.
Es hora de que todos estos reyezuelos déspotas y asesinos que roban y esquilman a sus compatriotas a los que masacran sin piedad con tropas, aviones y tanques comprados con el producto de sus rapiñas, si estos osan revelarse o reclamar justicia y libertad, sean expulsados del poder y de este modo den una oportunidad a la democracia que, con todas sus virtudes y defectos, es la única que puede propiciar el verdadero avance de los pueblos.