por carmelancias » 09 Diciembre 2013, 13:59
COMO DECÍAMOS AYER...
No tengo por costumbre (no por que me crea con más razón que los demás sino por que soy un tanto cabezota) y se que a menudo es un grave defecto, el cambiar de opinión a no ser que algo o alguien me convenza fehacientemente de lo contrario.
De modo que, una vez leídas mis últimas crónicas, me reafirmo en la idea que entonces quería transmitiros acerca de cómo veo el panorama de nuestra querida F1.
Se, ya lo dije en el primer post de este topic, que no puedo (tampoco quiero) tener a todo el mundo de acuerdo conmigo.
Tampoco pretendo tener más o menos razón que cualquier otro forero o aficionado. Es sólo mi punto de vista.
Como podreis comprobar, mi última crónica databa del 8 de Julio. Justo el día después del GP de Alemania, a la sazón ganado por el piloto local S. Vettel.
A partir de esta fecha y visto el percal (más después de las decisiones tomadas por Pirelli a raiz del esperpéntico show de los reventones), intuí que ya estaba todo el pescao vendido y que, un año más y con aún más claridad, el sobervio S. Vettel se alzaría de calle con la victoria final.
Un binomio Hombre-máquina casi perfecto al que sólo le faltaba una piedra de toque.
Piedra de toque que vislumbrábamos transcurridas las primeras carreras de la temporada en las que las victorias se habían repartido entre el propio Vettel (3) Alonso (2) Rosberg (2) y Kimi (1).
Esa piedra de toque no era otra que...eso es: Los dichosos neumáticos de los cojones.
Todos intuíamos que era sólo cuestión de tiempo que Los Red Bull encontraran el punto a los neumáticos para que volvieran a ganar carreras con la facilidad a la que nos tenían acostumbrados.
La única incognita residía en cuándo lo harían y en si sería posible que la diosa fortuna nos permitiera disfrutar de un campeonato reñido hasta la última carrera.
Dios no lo quiso...Bueno Dios o lo que es lo mismo: B. Eclestone y su dichosa corte celestial encabezada por San Pirelli a quien el diablo confunda.
Bueeeeno. pues ahora que ya mequedao a gusto...continuemos.
CRÓNICA DE UNA VICTORIA ANUNCIADA
Una vez que se confirmó por parte del "gomero oficial" (que no es un canario nacido en tan preciosa isla) que para evitar más y mayores ridículos que el ya referido "Reventón Race", se volvían a usar los neumáticos del 2012, las cuentas estaban hechas:
Vamos a ver...¿Cuántas carreras restan por disputar?: 11
Pues mira, asi, por la cuenta de la vieja...
11 x 25 = 275
Sumale esa cantidad a los que ya tiene Vettel y tendremos los puntos que finalmente obtendrá el piloto teutón al final de temporada.
Pues casi casi, pues sólo tendremos que restar 10 de ese total porque en Hungría hizo tercero y no primero.
En definitiva:
El campeonato acabó justo en el momento en el que los ineptos responsables que han parido este simulacro de campeonato de lo que en teoría tenía que ser el máximo exponente de las carreras de coches, se curaron en salud y prefirieron ofrecernos una continuación del fin de temporada de 2012.
Es como si a uno le propusieran ver una peli "versión extendida" cuando ya sabemos el final de la misma:
Muy bonito, pero ya me la sabía.
Se que voy a chocar con muchos a los que les encanta en qué han convertido este...espectáculo (penoso para mí)
Se que muchos o quizás muchísimos prefería la emoción del día a día, de cada carrera por separado siempre y cuando en cada pruebe haya emoción ¿? incertidumbre¿¿?? y...¡¡¡adelantamientos!!!
¿Adelantamientos?. ¿A eso se reduce la F1?. ¿A ver cómo unos coches con gomas más nuevas o con mas reservas de KERS o con DRS adelantan a otros?
Pues vaya **** mierda de competición. (con perdón).
Estoy seguro de que alguno pensará:
Claro, como no es Alonso el que gana carrera si, carrera también...pues no le gusta.
Vale, admito que no iría del todo descaminado.
Reconozco que sería mucho más llevadero. Al fin y al cabo, prefiero, si he de comer siempre el mismo plato, atiborrarme cada día de jamón cigalas y angulas que de puerros y alcachofas.
Como decía la canción: "Si me dan a escoger, lo mejor es pa mi. Hay que ver, mecachis, qué tonto nací".
Pero tampoco es eso.
Soy el primero que, cuando una carrera se asemeja a una procesión de Semana Santa en la que uno ya sabe antes de que desfilen los Pasos, en qué orden lo van a hacer por delante nuestro, piensa, así por lo bajini como Rajoy del desfile de las Fuerzas Armadas: "¡¡Qué coñazo!!".
Pero prefiero mil veces ver a los coches pasar por delante mio en el mismo orden vuelta tras vuelta y ver a los pilotos apurar las posibilidades de sus monturas en todo momento, vuelta tras vuelta y sin dejarse nada en el tintero, que verlos adelantarse unos a otros mientras cada cuál hace "su propia carrera" y está más pendiente de no castigar sus neumáticos que de ir al 110% para poder dar un par de vueltas más que su contrincante.
Lo primero, aunque aburrido muchas veces, son carreras de coches.
Lo segundo...si, será más entretenido pero no son carreras de coches. Son Yincanas.