Multicampeon de F1, billonario, hedonista y arrogante, este "play boy" de caucho perdió su trabajo por saltarse las reglas del juego.
Muchos considerarían una desgracia ser expulsado del mundo de la F1 y del deporte motor, como le ha sucedido al italiano Flavio Briatore, hasta hace muy poco el todopoderoso patrón del equipo Renault, detentor de 42 victorias, tres títulos de constructures y cuatro de pilotos. Sin embargo ni el mas leve sonrojo habrá asomado en el rostro de este histriónico personaje de 59 años al conocer la condena de expulsion de la Federacion Internacional del Automovilismo (FIA) por "apañar" el GP de Singapur que Fernando Alonso ganó en 2008.
¿Que aprobó quie Nelsinho Piquet se estrallara para sincronizar la salida del safety car con el repostaje de Alonso, su compañero, y catapultarlo hasta la primera posicion? Percata minuta, apenas un episodio menor de una vida llena de momentos oscuros que sus ultimos 20 años en la F1 casi hicieron olvidar. Ese pasado acechaba oculto y lo ha llevado al ostracismo - se le ha prohibido de por vida participar en el automovilismo - . Conozcamos un poco su historia.
Hijo de dos maestros de escuela, nacido en Cueneo en 1950, Flavio vio la posibilidad de tener el mismo dinero que sus acaudalados amigos del country club del pueblo cuando se relacionó con el inversor de Cuneo, Attilio Dutto. Éste había adquirido una pequeña fábrica al banquero testaferro de la mafia, Michele Sindona. Una bomba hizo volar el coche de Dutto, con éste al volante, en 1979. Flavio desapareció de Milán haciendo gala de mucho dinero. Se hizo póquer y, para la banda del mafios Francis Tutarello, buscaba incautos para desplumarlos en las mesas de juego. Un tribunal de Milán lo juzgó y condenó a 3 años de prisión. Para entonces, él ya estaba en las Islas Virgenes. Allí abrió algunas tiendas Benetton. Cuando logró una amnistía volvió a Italia y se adentró en el jet set. Luciano Benetton sabia de donde venía y de lo que era capaz, y le envió a E.E.U.U. Allí abrió hasta 800 tiendas franquiciadas. Ya casi millonario y sin saber dónde tenía el motor un F1, se hizo cargo del equipo Benetton en 1990. Empezaba una nueva vida.
La gran oportunidad del equipo se presentó en 1991: Michael Schumacher había impresionado en su debut en Bélgica con Jordan. Briatore maniobró y en la siguiente carrera el alemán estaba sentado en un Benetton. El resto es la historia conocida del play boy Flavio. Pero el pasado le perseguía. En enero de 1993 una bomba estalló en la puerta de su apartamento de lujo en Londres, situado en Cadogan Place, Knignthsbrige. Culpó al IRA, pero poco antes había probado uno de sus coches de fórmula 3000. quedando poco satisfecho, un joven miembro de la familia mafiosa Bonanno...
Teniendo como ingenieros a Ross Brawn, Rory Byrne y a Pat Symons, el equipo Benetton, con Schumi, ganó los titulos de 1994 y 1995, con motores Ford y Renault, respectivamente. Briatore estaba en la cresta de la ola: iba a ser fugaz propietario de los equipos Ligier y Minardi y de los motores Supertech -ex Renault hasta 1999-. Y en 2000 fue llamado por Renault para comandar el equipo que compró a la familia Benetton.
Hedonista y excibicionistas, Briatore se paseaba por los circuitos en compañia de sus bellas conquistas, entre ellas las modelos Heidi Klum y Naomi Campbell. Su nutrida actividad romántica no le impidío dirigir la escuadra Renault que ganó los cértamenes de pilotos y constructores con Fernando Alonso en 2005 y 2006. Briatore tomó bajo su ala a Alonso en 2001, después que fuera descubierto por Adrián Campos. Y el asturiano volvió a situarlo en el pináculo. A finales de 2006 hubo grandes festejos en la enorme discoteca Billionaire, de su propiedad, situada en Porto Cevo, Cerdeña, allí donde también amarra su gran yate, Force Blue, de 80 metros de eslora. Además del campeonato de Alonso festejaba estar vivo. "H e tenido un cáncer en el riñon izquierdo. Esto me ha hecho reflexionar, cortaré lo superfluo y ayudaré más a los demás", declaraba entonces. Eso no le impidío asociarse con su amigo Bernie Eclestone en el equipo de futbol Queens Park Rangers de Londres. En junio de 2008 hizo un voto para sentar cabeza: se casaba con la bella presentadora de la television italiana Elisabetta Gregoraci, pero no iba a olvidarse de sus ansias de ganar. Si en algo ha sido franco el encantador Flavio es en anunciar que su unico objetivo en la vida ha sido sólo uno: hacerse millonario. Su lema, desde adolescente cuando enseñaba esquí en las pistas cercanas a su pueblo, era: " Si quieres, puedes". "Y él ha tenido siempre una respuesta para el cómo": "Por cualquier medio" . Ocurrió el episodio de Singapur y demostró que no había perdido sus malas costumbres.
Articulo de la revista CAR LA REVISTA ORIGINAL.
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