''Me habrían declarado demente si antes del GP de Brasil hubiera dicho que Minardi pudiera ganarlo. Pero lo cierto es que podríamos haberlo hecho,. Acertamos con la estrategia y estábamos decididos a ganar la jodida carrera.
''Antes de que empezara la prueba, cuando llovía a cantaros, entré en la sala de los ingenieros, cosa que no hago a menudo, y cambié toda nuestra estrategia de carrera. Subí a Jos [Verstappen] al muleto, y concebí un plan muy poco corriente. Cargamos gasolina para toda la carrera, sin paradas, con tal que el 50%de las vueltas se dieran en condiciones de Safety Car y que la carrera no superara el 75% de la distancia. Creía que Charlie [Whiting, director de competición FIA] pararía la carrera al 75% debido al tiempo, no por un gran accidente, pero -¡que demonios!- acertamos de todos modos. Y también en que el 50% de las vueltas se dieran tras el Safety Car. Teníamos una posibilidad de ganar.
''Todo lo que Jos tenía que hacer era mantenerse en pista y habríamos ganado. Desde entonces he hecho los cálculos cientos de veces, y salen. Ése era el único día, en los 21 años de historia de Minardi, que realmente salimos con una estrategia para ganar una gran premio.
''Pero no sucedió, claro, porque Jos se salió en la tercera curva. Se le caló el coche en sexta marcha, y se salió porque la electrónica se hizo un lío con las condiciones.
''Ni política ni chorradas... Desde que estoy en F1, Brasil es la única vez en que realmente perdí los estribos. Y después de la carrera, en Minardi nadie podía hablar. Los chicos siguieron con su trabajo con el rostro serio, porque hasta el último de ellos sabía que esa había sido nuestra única oportunidad de ganar un jodido gran premio, y la habíamos pifiado. Si se le pregunta a Jos, dirá que aún hoy duele. No fue culpa suya -son cosas que pasan- pero era nuestro Nürburgring 99, nuestro Spa 98, nuestro Mónaco 96. Y días así no se presentan muy a menudo.
''Y si hubiéramos ganado, ni de coña nos habríamos ido a casa, se lo juro. Habríamos cambiado los vuelos de todo el mundo y organizado la madre de todas las fiestas. Y creo que todos habrían venido. Michael [Schumacher] vino a la fiesta improvisada cuando Mark [Webber] fue quinto en Melbourne 2002, y creo que sin duda habría venido a tomarse una cerveza. Por alguna razón, que Minardi lo haga bien parece contagiarse a los chicos de todos los demás equipos.
''Pero no ganamos, y ya está. Nos quedamos hechos polvo''.
El plan victorioso de Stoddart estuvo tan cerca de hacerse realidad que podía palparlo. Todos los cálculos del equipo dieron en el clavo; sólo les falló el coche de Jos
Fuente: Revista F1 Racing Nº 72