En una carta enviada en el día de ayer por Max Mosley a todos los representantes oficiales de la FIA, el polémico presidente desvela ciertos detalles importantes de por qué quiere mantenerse en su mandato hasta que finalice en octubre de 2009.
En su carta Mosley reconoce haberse puesto en contacto con todos los presidentes de los clubs asociados a la FIA, así como que ha perdido el apoyo de la mayoría de los mismos, aunque también afirma que son más los que le han pedido que resista y se quede, que los que han exigido su dimisión.
En el centro de su posición y como explicación a mantenerse en el cargo desvela negociaciones hasta ahora no conocidas con los representantes de la Fórmula1, así como del mundial de Rallies y las principales carreras de Rallies , por las que la FIA estaría recibiendo importantes presiones para liberar la potestad de regulación en las especificaciones técnicas de las pruebas, a favor de los organizadores y por tanto al servicio de los patrocinadores comerciales de las carreras.
Igualmente denuncia, que dichas presiones en cuanto a la regulación y por tanto su supervisión en cada prueba, tendrían además una vertiente económica muy importante, al perder la FIA a favor de los organizadores, equipos, etc., las cuotas económicas que la FIA cobra en cada prueba. La perdida de dichas cuotas implicaría, según Mosley una merma tan importante en la FIA que incluso podría hacer peligrar su existencia.
Mosley afirma en su carta que sería el fin del automovilismo deportivo dejar en manos de los organizadores la regulación técnica de las pruebas.
Mosley continúa en su carta insinuando que estas demandas y presiones del “F1 group”, podrían estar en el origen de la persecución y despliegue mediático que de sus miserias personales se ha hecho últimamente, ya que afirma que él ha sido el máximo valedor de los acuerdos del año 1981 que confieren esta potestad en la FIA.
Por eso concluye, que es necesario un presidente de la FIA, conocedor y experto en estos asuntos, siendo un momento muy delicado en la vida de la FIA, que podría ser fatídico si dichas negociaciones cayeran en manos de un presidente inexperto, siendo necesaria una transición ordenada y “suave”, que se produzca en el tiempo necesario, que el propio Mosley fija en el periodo que queda hasta que finalice su mandato en octubre de 2009.
Además él mismo tendría tiempo de continuar estas negociaciones, y además ejercitar las acciones legales que desea de manera personal.
Entre tanto y para el próximo GP de Mónaco, los Grimaldi ya se han encargado de que Mosley no acuda como representante de la FIA. Sin embargo, él si irá a Mónaco aunque a título personal.
http://www.formulagp.es/index_archivos/ ... sconF1.htm
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